Honduras y la UE

Tal como hemos sostenido en este espacio editorial, las ayudas provenientes del exterior deben complementar, pero no reemplazar al esfuerzo propio.

Una excelente noticia, confirmada por el embajador de la Unión Europea en Honduras, Gonzalo Fournier, se refiere a que este ente comunitario supranacional ha decidido no solo mantener los montos de su cooperación económica hacia nuestro país, sino incrementarlos en aproximadamente 60 millones de euros, suma que se agrega a los 188 millones ya existentes, para un total de 240 millones de euros. Fournier declaró: “... Es un mensaje de que seguimos creyendo en Honduras, seguimos creyendo en el pueblo hondureño y permanecemos aquí con estos nuevos fondos. Vamos a ayudar a los hondureños en todo lo que necesiten. Todo de Honduras nos interesa y nada de Honduras nos es ajeno”. Sin duda se trata de un voto de confianza a nuestra nación, que no solo debe ser agradecida, simultáneamente debe ser motivo de reflexión para deponer antagonismos, rivalidades y ambiciones, que nos debilitan internamente, para dar paso a la unidad nacional, al patriotismo y al esfuerzo colectivo para cerrar filas e invertir nuestras energías, talentos y voluntades en pro de la forja de una Honduras justa, compasiva y solidaria con las mayorías históricamente marginadas y excluidas del bienestar social y económico, carentes de igualdad de oportunidades, que constituyen la mayoría poblacional.

Paralelamente, utilizar esta generosa ayuda comunitaria de manera sabia y transparente, auditando cada uno de los desembolsos, supervisando las distintas etapas en su ejecución hasta su finalización. El rendimiento de cuentas resulta esencial para garantizar ante nosotros y ante la Comunidad Europea que su manejo ha sido absoluta y totalmente legal, sin visos de cuestionamientos por parte del donante. Ello es puntualizado por el representante Fournier: “Hace falta certidumbre. Lo peor para las inversiones es la incertidumbre. Hacen falta reglas de juego claras y seguridad jurídica, y ver que en el Gobierno son sensibles a estos problemas y que aportan soluciones”.

En otras palabras, un verdadero Estado de derecho, en combate permanente contra la corrupción e impunidad, con políticas de desarrollo nacional incluyente, mecanismos efectivos que garanticen la participación de la sociedad civil en pro de la cohesión social, una ciudadanía participativa.

Es oportuno y conveniente que el sector público suscriba alianzas estratégicas con el sector privado y con el Banco Centroamericano de Integración Económica para aprovechar mejor las cantidades destinadas a la construcción de la represa El Tablón y el saneamiento y recuperación del Lago de Yojoa, que contribuirán al control de inundaciones y a la protección medioambiental.

Tal como hemos sostenido en este espacio editorial, las ayudas provenientes del exterior deben complementar, pero no reemplazar al esfuerzo propio, creativo y permanente, para no caer en la dependencia material y mental con la consiguiente pérdida de la dignidad y la autoestima.

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