El pedido del papa León XIV

Francia, Gran Bretaña y Canadá, fieles aliados de Israel, han suspendido negociaciones comerciales con Israel, exigiendo el envío de alimentos a los palestinos sitiados en Gaza.

Se intensifican cada vez más, por aire y tierra, el objetivo del primer ministro israelí, Netanyahu, de vencer la resistencia palestina mediante ataques diarios de saturación que incluyen la destrucción de los pocos hospitales aún no destruidos por los bombardeos y mediante la privación de alimentos, habiendo ya conseguido que una tercera parte de los aproximadamente dos millones de pobladores de Gaza evidencian, inequívocamente, síntomas de inanición, vale decir debilidad extrema por la falta de nutrientes.

Por más de un mes ha impedido el envió de electricidad para potabilizar el agua, medicamentos, combustible y comida distribuida por la Organización de Naciones Unidas y asociaciones voluntarias de socorro que han debido abandonar este estrecho y pequeño territorio, hoy reducido a escombros.

Al respecto, el papa León XIV ha pedido el ingreso de ayuda humanitaria y el fin de las hostilidades, “cuyo precio angustioso están pagando los niños, los ancianos y las personas enfermas”.

El principal funcionario de la ONU para coordinar la ayuda humanitaria, Tom Fletcher, expresó: “bloquear la ayuda deja a los civiles hambreando, sin apoyo médico. Los despoja de dignidad y esperanza”. Tales acciones represivas constituyen actos criminales de lesa humanidad, así calificados y sancionados por el Derecho Internacional, uno de cuyos principios fundamentales es el respeto a la integridad territorial de los países.

Nuestro compatriota, pionero director de cine hondureño, Sami Kaffaty, en cierta ocasión manifestó: “Están haciendo con ese pueblo lo que los nazis hicieron con ellos”. Valoración exacta que confirma aquello que la historia se repite.

El 2024 al menos 124 periodistas fueron asesinados en el mundo, dos terceras partes de las víctimas eran palestinos ejecutados por Israel.

También en la margen occidental del río Jordán prosigue la destrucción de viviendas y cosechas de propiedad palestina, y la ocupación de sus tierras por colonos judíos con el aval de su gobierno.

Diplomáticos europeos que visitaban un campo de refugiados fueron tiroteados por soldados hebreos, pese a estar debidamente acreditados ante las autoridades de ocupación, originando protestas de sus respectivas cancillerías ante el Gobierno israelí.

Francia, Gran Bretaña y Canadá, fieles aliados de Israel, han suspendido negociaciones comerciales con Israel, exigiendo el envío de alimentos a los palestinos sitiados en Gaza, el inmediato cese del fuego y el fin del conflicto bélico, sin recibir respuesta positiva alguna.

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