En su discurso de inauguración de la 140 Asamblea del Consejo Internacional del Café de la OIC, la presidenta Xiomara Castro propuso la creación de un fondo internacional “que garantice precios justos y crédito verde para los pequeños productores (...), que cada tasa de café pueda monetizarse desde el árbol hasta la mesa, que ningún productor vuelva a ser víctima de intermediarios o exclusión de los mercados internacionales”. Adicionalmente, emitió excitativa en el sentido de que “los países productores compartamos ciencia, tecnología y semilla resistente para enfrentar juntos los efectos del cambio climático”, que repercuten en la ecología humana y el medio ambiente.
El hecho que más de 120,000 familias hondureñas se dediquen al cultivo del café, en pequeña, mediana y gran escala, trasciende lo económico para constituirse en un elemento importante en nuestro perfil identitario como nación, al igual que quienes cultivan granos básicos: frijol y maíz, conforman rasgos distintivos de nuestra cultura agraria, con características sui géneris. Puede afirmarse que en la Honduras profunda se localizan las bases de nuestra democracia rural, con estilos y formas de vida enraizadas en el pasado y que se preservan hasta el presente, lo que debe ser objeto de investigación por sociólogos, antropólogos, historiadores y politólogos.
El precio internacional de este grano no está controlado por las naciones productoras de África, América Latina y Asia. Es fijado por la bolsa de valores de Londres, una de las capitales financieras del primer mundo, por lo que el valor de cada libra del aromático es fijado por consideraciones tanto climáticas como de mercado, en que la oferta y demanda juegan un papel decisivo. Hoy cosechas en exceso abundantes que alcanzan el punto de saturación, que mañana pueden ser sustituidas por la escasez, en una vaivén de precios que impide planificar en el mediano plazo, y las épocas de auge en los ingresos percibidos por los productores se combinan con otras de merma en sus ganancias, con el consiguiente impacto económico. Por su parte, la directora ejecutiva de la Organización Internacional del Café, Vanusia Nogueira, alabó el exitoso cabildeo de nuestro representante diplomático ante el Gobierno y pueblo de Gran Bretaña y delegado de Honduras ante la OIC, Iván Romero, para lograr un incremento en la cuota exportadora asignada a nuestro país, que se incorporó ante dicho organismo a partir de 1967 y que ha presenciado la expansión tanto en las áreas de cultivo como en los volúmenes cosechados tanto para el consumo interno como externo. Es de esperar que las resoluciones y conclusiones que se alcancen al final de este importante evento sean masivamente divulgadas para el respectivo conocimiento de los distintos agentes involucrados en esta actividad, cada vez más esencial para la salud económica de Honduras.
