Malala Yousafzai es quizá la mujer más joven que ha recibido el Premio Nobel de Paz. El precio que pagó por defender la educación es increíble, pero cierto. Nació en el valle de Swat, en Pakistán, un área controlada por los talibanes, que juzgan inferiores a las mujeres y prohíben la educación de las niñas. Pero ella inició una lucha por el derecho de ella y sus compañeras a educarse. Incluso comenzó a escribir un blog para la BBC, describiendo la vida bajo el régimen talibán. Pero si bien su voz se fortalecía, también lo hacía la amenaza en su contra. Un día, mientras regresaba a casa en un autobús escolar, subió un talibán, la identificó y enseguida le disparó un tiro en la sien izquierda. La bala le rozó el ojo izquierdo, el cráneo y el cerebro, le laceró el nervio facial, le destrozó el tímpano y le rompió las articulaciones de la mandíbula. Alguien la llevó de emergencia al hospital, ahí le quitaron el hueso parietal, para dar cabida al cerebro inflamado, y eso le salvó la vida. La mandaron a Islamabad, la capital, y de ahí a Londres, en el Reino Unido. Dos semanas después de que los estadounidenses se retiraron del vecino Afganistán y los talibanes volvieron a tomar el control ahí, ella estaba en una cama de hospital en su sexta cirugía. Finalmente, como un milagro, se salvó. Aquel talibán que la atacó no pudo eliminarla, lejos de ello, la internacionalizó, la hizo famosa y mucho más influyente; su voz impulsa a muchas jóvenes. Es ahora un poderoso recordatorio del derecho de la mujer a la educación. Y ha demostrado que la supuesta inferioridad femenina es solamente un mito ¡Y hasta consiguió un Premio Nobel!
Afortunadamente, en Latinoamérica la mujer está avanzando a su verdadero lugar. Desgraciadamente aún hay feminicidios absurdos y mucho abuso machista. Pero hay logros muy alentadores, en México y en Honduras hay una mujer en la Presidencia. Yo me siento feliz de que mis dos hijas vivan en esta época y que estén sobresaliendo en la organización Dale Carnegie.
LO NEGATIVO: Pensar “talibanamente”. Ver la mujer inferior y hasta como una posesión personal.
LO POSITIVO: Reconocer el maravilloso aporte que hacen las mujeres para lograr un mundo mejor.
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