“El periodismo es una pasión insaciable y jamás puede callar”: Gabriel García Márquez.
Felicitamos a los periodistas, ya que su ardua labor no solo les lleva a escribir noticias, sino a escribir una historia. Gracias por ser la voz de los que no pueden hablar, gracias porque detrás de la noticia hay una vida entregada al servicio de los demás.
“La realidad es que la comunicación es el puente entre la confusión y la claridad”: N. Turner.
Desde que iniciamos el siglo XXI se ha dado un cambio radical en la forma en que las personas se comunican, y en las relaciones.
Los teléfonos, el internet, dan acceso a la comunicación instantánea y personal en todo el planeta, por ello es fundamental que los liderazgos implementen las mejores habilidades de comunicación, ya que eso mejora relaciones entre la familia, amigos, y a nivel laboral. Muchas de las crisis en las relaciones -y más matrimoniales- es por falta de comunicación.
Urge un diálogo nacional, sino el eslogan será “comunicarse o morir”. La palabra “comunicación” viene de la palabra en latín comunicare, que significa “compartir o experimentar una unión común”.
En la comunicación no necesariamente es estar de acuerdo, pero si se establece se puede esperar un entendimiento. Esto sería maravilloso en una sociedad, país, familia y vida propia; esto es como tener un intérprete que le traduce en tiempo real estando a su lado.
El periodismo es importante, ya que es esencial para la vida democrática y permite que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos y participen en la actividad pública. La sociedad necesita del periodismo como el cuerpo humano de sus órganos de los sentidos.
El conocimiento es la base de la libertad y, si no hay conocimiento, las sociedades e individuos son manipuladas.
El apóstol Pedro exhorta: “Preparados para presentar defensa ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes”, 1 Pedro 3:15.