Haciendo conciencia, generando cambios

La nueva actitud debe estar marcada por la flexibilidad y la creatividad; además, es indispensable desarrollar habilidades de comunicación y relacionamiento.

  • 18 de mayo de 2025 a las 23:02 -

La conciencia sobre los múltiples riesgos a los que nos enfrentamos como personas y como organizaciones debe crecer para reconocer nuestra vulnerabilidad y, a partir de allí, buscar la manera de responder y recuperarnos.

Tuve la oportunidad de escuchar algunas de las valiosas reflexiones compartidas durante la Semana de la Sostenibilidad y el IV Foro Regional ARISE 2025, organizado por la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (Fundahrse), la Red Integrarse y la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) hace pocos días en San Pedro Sula.

Bajo el lema “Materializando un futuro sostenible y resiliente” se desarrolló la reflexión, el compartir de buenas prácticas y la vinculación para generar alianzas desde diversas perspectivas: finanzas sostenibles, cadenas de suministro resilientes, relacionamiento público, privado y comunitario; liderazgo de la mujer, infraestructura resiliente, soluciones basadas en la naturaleza, así como el papel de la comunicación en la gestión de riesgos, entre otros importantes temas.

Más allá de las reflexiones, el relacionamiento y las alianzas producto del evento, el solo hecho de llevarlo a cabo ha sido relevante, ya que ha puesto sobre la mesa de temas de interés colectivo la importancia de la acción para la gestión de riesgos, que debería estar siempre en la mente de quienes habitamos esta región.

Hacer conciencia sobre la importancia de la resiliencia y la gestión de riesgos es indispensable para generar cambios, como individuos y como organizaciones, enfocados en el bien común.

Para cambiar de actitud es preciso despojarse de los sesgos que nos hacen enfocarnos en las diferencias, pasando a una visión más amplia, centrándonos en aquello que nos une y que nos hace tener un destino compartido.

Los cambios vertiginosos del mundo actual y el creciente riesgo de desastres ocasionado por factores naturales, tanto como por la acción humana, deben llevarnos necesariamente a un cambio de actitud.

La nueva actitud debe estar marcada por la flexibilidad y la creatividad; además, es indispensable desarrollar habilidades de comunicación y relacionamiento.

No solo me refiero a las organizaciones, sino especialmente a las personas, que debemos estar dispuestas a aceptar el cambio y abrazarlo como condición fundamental para ser resilientes; es decir, para recuperarnos rápidamente ante situaciones adversas.

Sin duda es más fácil escribirlo que ponerlo en práctica, ya que el miedo suele hacerse presente en contextos de incertidumbre y situaciones de riesgo, llevándonos a aferrarnos a nuestras propias ideas.

¿Hasta dónde ser flexibles y creativos? Nuestro propósito y los valores son la guía, tanto en las organizaciones como en las personas.

Tenemos una realidad insoslayable en Centroamérica. Somos altamente vulnerables no solo por nuestra posición geográfica, sino también por las desigualdades socioeconómicas de nuestra población, entre otros muchos factores.

La gestión de riesgos y la resiliencia debe estar entre los grandes temas de interés hoy y siempre para articular esfuerzos y buscar soluciones compartidas.

Es nuestro deber ciudadano mantener vigente este tema, que ya está sobre la mesa. Que no se olvide.

las columnas de LP

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