06/12/2025
05:54 PM

Guerra y paz

Sergio Banegas

El derecho internacional público vuelve a estar a prueba. Sus principios, instituciones y normativas están nuevamente bajo ataque. La invasión militar de Vladímir Putin al territorio ucraniano nos lleva a reflexionar acerca de la necesidad de reforzar las piezas de la diplomacia y el diálogo por encima de los misiles y las balas.

La normativa del ius gentes tiene como fundamentos los principios de no injerencia y de no intervención como sus columnas insignes; sin embargo, si la comunidad internacional no materializa la fuerza del derecho se corre el riesgo que en el plano fáctico la dimensión jurídica quede relegada en el limbo de la entelequia

.Por más esfuerzos diplomáticos realizados por Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, entre otros, el Kremlin dio luz verde para que se activaran las tropas invasoras en tierras vecinales.

Rusos y ucranianos son pueblos hermanos, con dos lenguas similares y siglos de historia comunitaria, a menudo trágica y tóxica, pues se encadena en ella una sucesión de pesadillas oscuras: la revolución, guerra civil, la colectivización agraria y la consecuente hambruna, las purgas estalinistas, el gulag, el fiasco soviético y postsoviético. Y ahora una “operación militar especial” de consecuencias completamente imprevisibles.

Se aguarda que esta retorsión de características bélicas tenga un alto al fuego y se encuentren salidas políticas y diplomáticas; no se espera menos de un mundo que debe ser civilizado pero que de vez en cuando nos muestra su esencia barbárica. Ya lo escribió el genio León Tolstoi, para quien la guerra era contraria a la razón y a toda la naturaleza humana.

“Sobre todo aquel campo, antes tan alegre y hermoso, se alzaba ahora una bruma impregnada de humedad y humo. Pequeñas nubes se acumularon y empezó a caer una fina lluvia sobre muertos y heridos, sobre hombres espantados, exhaustos, vacilantes, como si les estuviera diciendo: ‘¡Ya basta, ya basta, humanos! Parad... Recapacitad... ¿Qué estáis haciendo?’”. Cita extraída de la magnífica obra clásica ‘Guerra y paz’.