Esta insólita noticia vino internacionalmente a principios de esta semana. Un hombre había criado un león en el patio trasero de su casa en la ciudad iraquí de Kufa.
No era el único, algunos otros pobladores, cedían a la petición de sus hijos, y criaban, un pequeñito leoncito, en zonas residenciales. Pero ese pequeñito crecía rápidamente. Y claro suscitaba la oposición de los vecinos que lo veían como una amenaza para su seguridad.
Pero lo que ocurrió el jueves de la semana pasada resultó aterrador. El hombre en su patio trasero fue atacado ferozmente por su león. Mufid Tahir, portavoz de la Policía de Nayaf declaró que el animal había devorado “gran parte del cuerpo de su dueño” y debido a que el felino se rehusó a abandonar los restos, se vieron en la necesidad de dispararle y matarlo. Lo que quedó del cuerpo fue trasladado al servicio médico forense, donde se detalló que la víctima de 50 años había criado desde pequeñito al león que acabó devorándolo.
En otro sentido, los malos hábitos que en un principio fueron pequeñitos, crecen y pueden acabar devorando nuestro futuro. Por ejemplo, conocí a un joven que obtenía muy malas calificaciones, sus pésimos hábitos de estudio devoraban sus oportunidades de aprendizaje y su autoestima. En el Curso Dale Carnegie Juvenil, se entusiasmó, y aprendió nuevas técnicas de estudio que convirtió en buenos hábitos. Su vida y la de sus padres cambiaron por completo. ¿Ha conocido algunas personas adictas a su celular? Ese hábito acabará devorando su productividad y su imagen. Y hablando de malos hábitos, he conocido una joven, cuyas pésimas relaciones con los demás devoraron literalmente parte de su progreso en la empresa.
Pero si algo he aprendido en mis años trabajando en los entrenamientos Dale Carnegie, es que un hábito no se puede eliminar, hay que sustituirlo. Conocí gente tímida que ganó una gran autoconfianza, aquellos que tenían problemas para comunicarse, hacerlo uno de sus puntos fuertes. He visto verdaderos milagros al sustituir malos hábitos por hábitos ganadores.
LO NEGATIVO: Dejar inconscientemente que los malos hábitos devores nuestro futuro. .
LO POSITIVO: Comprender que siempre podemos cambiar estos por hábitos vitales para el éxito.