El amor es una decisión

El amor en sus diversas formas es un importante facilitador en las relaciones con los demás. Por ello ha sido tema constante para la literatura, la música y el cine.

A comienzos de siglo XVIII reinó en Prusia un hombre muy temperamental. Federico Guillermo tenía la costumbre de pasear sin escolta por las calles de Berlín. Cuentan que cuando encontraba alguien que le desagradara, lo que ocurría con frecuencia, no dudaba en golpearlo con su bastón. Por esa razón cuando la gente lo veía a lo lejos, prudentemente huía lo más rápido posible. En cierta ocasión, como de costumbre, el rey avanzaba golpeando el suelo con su bastón. Un berlinés, tomado por sorpresa, tratando de huir del monarca, se ocultó en un portal. Ahí lo sorprendió Federico Guillermo, y lo increpó de inmediato: “¡Eh, tú, ¿A dónde vas?”. El pobre hombre, que temblaba de miedo. “¿Vives ahí?” lo interrogó. El hombre hizo un gesto de negación. “¿Es la casa de un amigo tuyo?” Volvió a preguntar. “No, Majestad”. El rey lo miró con sospecha, “entonces, ¿por qué entras en ella?”. El hombre tuvo miedo de que se le considerara como ladrón, así que confesó: “Lo hacía para evitar encontrarme con su Majestad”. Federico Guillermo lo miró extrañado, “¿Y por qué quieres evitarme?”. Bajando la vista, decidió decirle la verdad: “porque tengo miedo de su Majestad”.

Al escuchar esto, Federico Guillermo montó en una de sus famosas rabietas. Agarró al infeliz por el cuello, lo sacudió violentamente, y lo increpó: “¿Cómo te atreves a tener miedo de mí? ¡Soy tu rey, así que tienes que amarme! ¡Te ordeno que me ames!”.

¿Se equivocaba el monarca? ¿Estamos obligados a amar? El amor, como nos dice los expertos, siempre será una decisión personal. Estas decisiones no siempre se toman conscientemente, pero pueden llegar a ser extremadamente poderosas, incluso irresistibles.

El amor en sus diversas formas es un importante facilitador en las relaciones con los demás.

Por ello ha sido tema constante para la literatura, la música y el cine.

Entre las decisiones que consciente o inconscientemente tomamos, está la decisión por amar a nuestro cónyuge, por amar a nuestros hijos. Y hay hasta quien decide por un amor platónico. ¿Y el amor a Dios? Es una de nuestras decisiones con mayor trascendencia.

LO NEGATIVO: Creer que el amor es una obligación.

LO POSITIVO: Entender que el amor es una decisión personal que hemos de tomar.

las columnas de LP

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