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Atenuar la ansiedad

  • Actualizado: 27 marzo 2020 /

Pareciera imposible de creer que unos organismos microscópicos, tan pequeños que se necesita un microscopio electrónico para verlos, tuvieran doblegado al mundo entero; pero así es. Estábamos tan concentrados en nuestras rutinas de vida que no imaginamos que algo así pudiera acontecer ya. Su realización la proyectábamos hacia un futuro apocalíptico o al ámbito de las películas o de la ciencia ficción; pero ahí está. Como se ha dicho, esto nos ha agarrado desprevenidos y sin estar debidamente preparados. Sin embargo, eso no quiere decir que no podamos hacerle frente; por ejemplo, y como algo básico, acatar las disposiciones que dan las autoridades para contener la propagación de los agentes infecciosos.

El coronavirus ha generado mucha ansiedad en la gente: ¿cuándo acabará?, ¿qué pasará con mi trabajo?, ¿y si me quedo sin comida?, ¿y si me enfermo?, ¿el dinero?, ¿mi familia? Son algunas de las preguntas que nos pueden robar la calma mental y espiritual. Ante ello, el apóstol Pablo nos da una recomendación que puede ser de gran ayuda: “El Señor está cerca. No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús. Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable…” (Filipenses 4:5-8). Estas palabras se explican solas, sin embargo, resalto algunos detalles. Primero, la cercanía de Dios, Él siempre está ahí. Somos nosotros los que debemos acercarnos a Él de corazón. J. Bengel decía que “ansiedad y oración son más opuestos entre sí que el fuego y el agua”. Cuando confiamos plenamente en Dios y descargamos en Él nuestra angustia, todo nuestro ser se inundará de una paz absoluta. Por último, en lugar de atiborrar nuestra mente de más ansiedad, llenémosla con aquello que realmente puede fortalecer nuestro espíritu. Pruebe esta recomendación, repítala diariamente, le aseguro que no saldrá defraudado.