Moscú, Rusia
“Entendemos que esto será difícil, considerando el nivel de degradación de las relaciones entre ambos países; pero Rusia está listo”, expresó.
Acercamientos
A diferencia de gran parte de los países del mundo, que se decantaban por la demócrata Hillary Clinton, Rusia, el imperio opuesto a Estados Unidos, prefería a Donald Trump y, ahora, hasta sus habitantes están alegres por su triunfo.
Antes de los comicios, WIN/Gallup International Association levantó una encuesta entre 44,194 personas en 45 países para conocer la inclinación de sus ciudadanos. Rusia se destacó por ser el único que le daba el triunfo al magnate inmobiliario con una ventaja de 23% sobre Clinton.
Tras las elecciones, desde el presidente ruso Vladimir Putin hasta analistas y medios influyentes, como la cadena de noticias RT Today, la agencia de información RIA Novosti, Sputnik y Russia Beyond The Headlines ha expresado su satisfacción y han hecho eco de la alegría de los ciudadanos.
Putin, uno de los primeros presidentes en ofrecer las congratulaciones a Trump, expresó que su país está dispuesto a iniciar una nueva era: “Quiero felicitar al señor Trump en estas elecciones. Hemos escuchado sus mensajes en esta campaña cuando era candidato. Habló de reanudar y restaurar las relaciones con Rusia”, dijo Putin.
El triunfo de Trump, al igual, ha despertado expectativas positivas en líderes influyentes en Rusia, como Mijail Gorbachov, último dirigente de la Unión Soviética.
“No excluyo que las relaciones ruso-estadounidenses puedan mejorar sensiblemente con este nuevo presidente de Estados Unidos”, dijo Gorbachov a Interfax.
 Los comerciantes, familiarizados con el personaje, vendieron las tradicionales muñecas matrioshkas con la figura de Trump.
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De acuerdo con la agencia AFP, para Gorbachov -quien se encuentra en el hospital para una intervención quirúrgica menor y planificada-, Moscú debe “comprender que mucho depende igualmente de la posición rusa” para que puedan mejorarse las relaciones. El apellido Trump suena en Rusia desde finales de la década de 1980 y surge como una esperanza para 2017. El empresario norteamericano expresó su interés, cuando Gorbachov era presidente, de construir un hotel en ese país, pero, al final, no materializó la idea.
Actualmente, las relaciones entre ambas naciones sufren graves tensiones en razón de los puntos de vista opuestos de estas países sobre el conflicto bélico interno sirio y sobre la crisis ucraniana, que comenzó con la anexión rusa de la península de Crimea en marzo de 2014.
Desde el punto de vista de Gueorgui Bovt, analista político y miembro del Consejo de Política Exterior y de Defensa de Rusia, “si hubiera ganado Clinton, estas relaciones habrían sido condenadas al estancamiento, y en el peor de los casos a una futura degradación y una peligrosa escalada de las tensiones.
La victoria de Trump da una oportunidad para que la situación no se agrave todavía más.
En un artículo de opinión, publicado por Russia Beyond The Headlines, Bovt expresó que “con su carácter excéntrico y extrovertido, Trump parece ser el extremo opuesto al introvertido y hermético Vladímir Putin. No obstante, parece que el antiguo coronel del KGB (Putin) se siente más cómodo con este tipo de personas que con Clinton”.
A juicio de Bovt, “si Trump sigue siendo fiel a sus declaraciones de campaña electoral, cuando aseguraba que EUA no debe influir en los asuntos de Ucrania ni interesarse especialmente por el destino de Crimea, esto sentará las bases para una nueva “reanudación” de las relaciones entre ambos países. Si EUa deja de presionar a Europa para que esta atenúe sus sanciones contra Rusia, esto también ayudará.
Sin embargo, Trump no podría, aunque quisiera, atenuar o eliminar las sanciones estadounidenses, ya que en su camino se interpondría la mayoría republicana, por no hablar ya de los demócratas, en ambas cámaras del Congreso.
A cambio de su retirada del apoyo a Kiev, Moscú podría hacer concesiones a Washington en Siria, si es que Siria sigue formando parte de la agenda de Trump”.
Las esperanzas de armonizar las relaciones han aflorado en ambos imperios. Michael McFaul, exembajador de Estados Unidos en Rusia, felicitó por Twitter a Putin y Sputnik por el triunfo de Trump.
