El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró optimista el viernes en lograr un acuerdo para resolver la disputa comercial con Pekín y anunció una próxima reunión en Florida con su homólogo chino para resolver los puntos más delicados del diferendo.
A la espera de una cumbre entre Trump y Xi Jinping que tendría lugar en la residencia privada del presidente estadounidense en Mar-a-Lago, Florida, 'probablemente en marzo', los negociadores de ambos países, que han participado en discusiones en Washington desde el martes, decidieron prolongar las conversaciones hasta el domingo.
En el Despacho Oval, en presencia del viceprimer ministro chino Liu He, negociador principal de la delegación asiática, Trump consideró que había 'muy buenas posibilidades de lograr un acuerdo' para poner fin a la guerra arancelaria que obligó a China a sentarse en la mesa de negociaciones.
'Por el lado chino, haremos todo lo que podamos' para alcanzar una resolución, agregó por su parte Liu He.
Trump no dio detalles concretos sobre los puntos de acuerdo o diferencias entre las dos partes.
- Progreso -
El mandatario estadounidense simplemente dijo que se llegó a un acuerdo 'sobre la moneda' sin dar más detalles, pero las autoridades de Estados Unidos se han quejado durante mucho tiempo del nivel del renminbi, que según dicen le da una ventaja a las exportaciones chinas.
El jefe negociador estadounidense, Robert Lighthizer, dijo que se ha logrado un 'progreso significativo' en el espinoso tema de las transferencias forzadas de tecnología para las compañías estadounidenses que trabajan en China.
Además de esto, Estados Unidos acusa a China de otras prácticas comerciales 'desleales' y pide reformas estructurales para ponerles fin.
Trump también quiere una reducción drástica en el enorme déficit comercial de más de 330.000 millones de dólares.