El secretario general de la ONU, António Guterres, felicitó hoy a los católicos del mundo por la elección del nuevo papa, nada más conocerse la 'fumata blanca' que indica que el cónclave vaticano ya ha encontrado quién sucederá al papa Francisco.
"La Organización de las Naciones Unidas espera con ilusión trabajar con el nuevo papa", dijo el portavoz adjunto del secretario general, Farhan Haq, en su rueda de prensa diaria.
Haq aprovechó para presentar de nuevo sus respetos por la memoria del difunto Francisco.
En días anteriores, y tras conocerse la muerte de Francisco, la ONU rehusó expresarse sobre si tenían alguna expectativa concreta con el nuevo pontífice, pero el portavoz Stéphane Dujarric sí resaltó la coincidencia de que Francisco y Guterres (católico practicante) habían mostrado en temas como la defensa de los migrantes o el cambio climático.
El humo blanco en la chimenea sobre el tejado de la Capilla Sixtina del Vaticano y el repique de campanas en la basílica de San Pedro confirmaron al mundo que la Iglesia católica tiene ya un nuevo papa, cuyo nombre aún no ha sido dado a conocer.
Protocolo antes de que el nuevo papa aparezca en el balcón
El nuevo papa, cuyo nombre se conocerá en breve, ha pasado de la Capilla Sixtina a la llamada Sala de las Lágrimas, con objeto de vestirse para presentarse al mundo en el balcón de la basílica de la Plaza de San Pedro.

El nuevo papa ha logrado al menos dos tercios de los votos de los 133 cardenales electores (que son 89) y tras ese recuento, habrá aceptado el encargo y decidido con qué nombre quiere ser llamado.
Desde la Capilla Sixtina el elegido es invitado a ir a la ´Sala de las Lágrimas', donde desde hace días está preparada la vestimenta que puede empezar a usar.
La habitación es conocida con ese nombre porque históricamente es el lugar donde el elegido podía permanecer tranquilo un momento y, eventualmente, rezar y llorar para desahogar la tensión acumulada.
En esa cámara hay tres hábitos largos o sotanas de color blanco de distinto tamaño en función de la altura del elegido, así como cuatro vestimentas cortas tipo sobrepelliz, una muceta o esclavina de color morado y una estola púrpura con decoración dorada.
También, si lo desea, puede escoger entre zapatos de distintos números, fajines, un cordón y una cruz dorada, todo allí dispuesto.
Luego recibirá el homenaje del resto de cardenales.
Corresponde al protodiacono, el cardenal francés Dominique Mamberti, asomarse primero al balcón de la basílica para anunciar quién es el elegido y el nombre con el que gobernará la Iglesia.