Los delegados opositores a Donald Trump encendieron una breve pero ruidosa revuelta ayer en el preámbulo de la convención en Cleveland, furiosos tras el rechazo por aclamación de una moción que buscaba modificar las reglas internas, en el primer día de la convención republicana.
El ambiente en el complejo Quicken Loans Arena se tensó cuando opositores y seguidores del magnate se enfrentaron en un duelo de eslóganes, gritos y silbidos, en una nueva muestra de las profundas divisiones que suscita la candidatura del polémico millonario.
Durante un voto de rutina para adoptar el reglamento de la convención, los delegados antiTrump expresaron su molestia, chiflando contra los dirigentes republicanos que pretendían conseguir una aprobación sin votación. Los delegados rebeldes pedían en cambio una votación, que habría puesto una cifra a la desunión en el seno del partido.
Pero el director de debates golpeó implacablemente su martillo, ignorando las objeciones de los opositores.
“Así es que se comportan las camisas pardas”, dijo entre dientes Gordon Humphrey, quien había entregado una solicitud oficial, firmada según él por delegaciones de nueve estados para reclamar un voto formal sobre las reglas internas.
Adentro también hubo tensión.
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El Partido Republicano inauguró la convención que debe investir a Donald Trump como candidato del partido a las elecciones presidenciales estadounidenses, en presencia de más de dos mil delegados reunidos en Cleveland.
El polémico millonario estará esta noche en el completo Quicken Loans Arena de Cleveland (Ohio, noreste), adonde su esposa, Melania, una exmodelo eslovena 24 años más joven que él, pronunciará un discurso.
En la inauguración de las discusiones, el presidente del partido, Reince Priebus, propuso tributar un minuto de silencio por los “policías caídos en Baton Rouge, Dallas y todas partes”.
Tras escuchar el Himno y el juramento a la Bandera, los delegados empezaron los debates, interrumpidos apenas por algunos discursos de figuras republicanas y del alcalde de Cleveland. Una banda en vivo animaba la sesión.
Luego de unas agrias primarias en las que Donald Trump eliminó uno a uno a 16 candidatos, a menudo con declaraciones explosivas y ataques personales, los cuatro días de feria republicana pondrán bajo los reflectores la complicada relación del empresario neoyorquino y el Grand Old Party .
“Esperando unificar y vigorizar nuestro partido esta semana”, escribió en Twitter Paul Manafort, el jefe de campaña de Trump. Él y su candidato a la vicepresidencia, Mike Pence, “harán justamente eso”, añadió.
“¡Vergüenza!, ¡vergüenza!”, gritaron
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