Washington, Estados Unidos.
'¿Por qué no la vemos?', se preguntó recientemente Frank Luntz, analista conservador y experto en política, en referencia a Melania Trump durante la campaña electoral. 'Una de las razones es porque los republicanos tienen una visión tradicional del matrimonio. Y (Melania) no es la esposa tradicional', consideró Luntz.
El magnate y la exmodelo, que ahora se dedica al diseño de joyería y ropa, están casados desde 2005, tienen un hijo de nueve años en común, Barron, y se llevan casi 25 años, tiempo en el que al multimillonario le dio tiempo a contraer matrimonio hasta en dos ocasiones más.
Melania concedió la semana pasada su primera entrevista personal para la revista 'People'. Preguntada sobre si ella y su marido siempre están de acuerdo en asuntos políticos, la esposa del magnate confesó 'no estar lista todavía' para la política: 'Ese es su trabajo, y yo lo estoy apoyando', sentenció.
Sin embargo, la exmodelo resultó tremendamente diplomática en todo momento, incluso cuando se le cuestionó sobre los polémicos comentarios de su marido sobre los inmigrantes mexicanos, a quienes calificó de 'criminales y violadores'.
Ciudadana naturalizada, Melania defendió el proceso que atravesó para lograr la ciudadanía estadounidense: 'Pasé por un largo proceso. Ni siquiera se me pasó por la mente quedarme aquí -aseguró-. Creo que la gente debe seguir la ley'.
Con marcados rasgos de la Europa del Este y siempre subida en unos tacones de escándalo, Melania Trump se ha mantenido en un discreto segundo plano, mientras su marido, el magnate Donald Trump, copa las portadas de medio mundo.
Nacida en un pequeño pueblo esloveno de apenas 5.000 habitantes, Melania Knauss comenzó a trabajar como maniquí con apenas 16 años, y a los 18 ya contaba con un contrato en una agencia de Milán. Sin embargo, por grandes que fueran sus ambiciones, aquella esbelta modelo no podía imaginar que un día aspiraría, incluso, a ser la primera dama de EUA.
En ese país, las cualidades de la posible primera dama cuentan casi tanto como las del propio candidato a ocupar la Casa Blanca, pero lejos de ser como hace unas décadas, cuando se buscaba un modelo de mujer familiar y complaciente, ahora el perfil profesional sí importa a los estadounidenses.
 Melania inició a modelar a los 16 años. Luego emigró a los Estados Unidos.
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'¿Por qué no la vemos?', se preguntó recientemente Frank Luntz, analista conservador y experto en política, en referencia a Melania Trump durante la campaña electoral. 'Una de las razones es porque los republicanos tienen una visión tradicional del matrimonio. Y (Melania) no es la esposa tradicional', consideró Luntz.
El magnate y la exmodelo, que ahora se dedica al diseño de joyería y ropa, están casados desde 2005, tienen un hijo de nueve años en común, Barron, y se llevan casi 25 años, tiempo en el que al multimillonario le dio tiempo a contraer matrimonio hasta en dos ocasiones más.
Melania concedió la semana pasada su primera entrevista personal para la revista 'People'. Preguntada sobre si ella y su marido siempre están de acuerdo en asuntos políticos, la esposa del magnate confesó 'no estar lista todavía' para la política: 'Ese es su trabajo, y yo lo estoy apoyando', sentenció.
 Donald Trump junto a su hijo Barron y su esposa Melania.
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Sin embargo, la exmodelo resultó tremendamente diplomática en todo momento, incluso cuando se le cuestionó sobre los polémicos comentarios de su marido sobre los inmigrantes mexicanos, a quienes calificó de 'criminales y violadores'.
Ciudadana naturalizada, Melania defendió el proceso que atravesó para lograr la ciudadanía estadounidense: 'Pasé por un largo proceso. Ni siquiera se me pasó por la mente quedarme aquí -aseguró-. Creo que la gente debe seguir la ley'.
Fotogaleria: Melania, la sexy esposa de Donald Trump
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Las preguntas sobre el papel que la eslovena podría jugar como posible esposa de un presidente estadounidense van más allá de su mera apariencia.
