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Revelan existencia de una cárcel subterránea en Caracas

  • 20 febrero 2015 /

El expresidente colombiano Andrés Pastrana denunció la existencia de las celdas subterráneas en el edificio de la Intelegencia de Venezuela (Sebin).

Caracas, Venezuela.

La oposición venezolana denunció que en el corazón de Caracas funciona una prisión subterránea en el nuevo edificio del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) que supuestamente la policía utiliza para torturar a los estudiantes y presos políticos.

El primero en denunciar internacionalmente la existencia de 'la tumba' fue el expresidente de Colombia Andrés Pastrana el mes pasado durante su fallida visita al líder opositor Leopoldo López en la cárcel militar de Ramo Verde.

Pastrana aseguró a la prensa de su país que 'en Venezuela hay 83 presos políticos y casos aberrantes como son los de las tumbas, a cinco pisos bajo tierra con aire acondicionado a temperaturas por debajo de cero, donde meten a estudiantes que protestan y que no ven la luz en tres y cuatro meses'.

La abogada defensora de los derechos humanos e integrante de la ONG Foro Penal Venezolano Tamara Sujú Roa también describió el horror del lugar. En el quinto sótano se hallan recluidos desde hace más de cinco meses tres jóvenes estudiantes, Lorent Saleh, Gabriel Valles y Gerardo Carrero, por protestar contra el gobierno de Maduro.

'En 'la tumba', no hay sonidos, no hay ventanas, no hay luz natural ni ventilación. Sólo se escucha el paso del metro, encima de la cabeza. Las siete celdas de dos por tres metros están alineadas de forma continua, una detrás de la otra, por lo que los detenidos no pueden verse', relató la abogada en el semanario La Razón.

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De acuerdo con el diario español ABC, los familiares y abogados de Carrero, Saleh y Valles han denunciado en el primer mes de reclusión que los jóvenes ni siquiera podían dormir porque la luz blanca permanecía encendida durante todo el día y ponían el aire acondicionado a muy baja temperatura, con un frío difícil de soportar para los presos.


'El aislamiento de estos jóvenes, día tras día, mes tras mes, termina siendo desquiciante. Sólo los han sacado al exterior tres veces, por una hora, en cinco meses. Todos están muy pálidos. Se les permiten libros, aprobados por los custodios, pero no tienen acceso a prensa, ni a noticias de ningún tipo', explica Sujú.

Las denuncias de torturas contra opositores han sido una constante desde que comenzaron las manifestaciones contra el gobierno de Maduro hace un año. Casos como el de López, cuya esposa ha asegurado en múltiples ocasiones que está aislado, no le permiten recibir visitas y ha sido víctima de abusos policiales dentro de la cárcel de Ramo Verde, han acaparado la atención mundial.