Caracas, Venezuela.
La oposición venezolana impulsará un referendo revocatorio y una enmienda constitucional para sacar del poder a Nicolás Maduro, simultáneamente con una gran movilización popular que exija la renuncia del presidente, una estrategia que busca contrarrestar el posible bloqueo de la justicia, acusada de servir al gobierno.
Dos meses después de asumir el control del Parlamento por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció su “decisión unánime” de convocar al “movimiento de presión popular más grande que haya existido” para activar “todos los mecanismos de cambio”.
En rueda de prensa, el secretario de la coalición opositora, Jesús Torrealba, leyó la Hoja de ruta de cambio 2016, que precisa las tres vías: presionar la renuncia de Maduro, aprobar una enmienda constitucional “para reducir el mandato presidencial y lograr elecciones este año”, e “iniciar el proceso para el referendo revocatorio”.
Torrealba consideró que esa estrategia busca “alcanzar una solución política, electoral constitucional y pacífica”, ante el agravamiento de la situación económica y social del país petrolero, que desembocó este año en crisis institucional.
“El gobierno trancó el juego y profundizó el desastre económico... Esto ya no se aguanta, somos víctimas de la peor crisis de la historia del país, nada funciona. Por eso Venezuela asumió el camino del cambio”, manifestó.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo, sufre una severa crisis con la inflación más alta del mundo -180% en 2015- y una escasez de alimentos y medicinas que angustia y hastía a los venezolanos. El gobierno dice estar enfocado en la solución de la “emergencia” económica, pero también se dice preparado para dar la pelea, advirtiendo que Maduro, heredero político de Hugo Chávez -fallecido en 2013- no renunciará jamás. Analistas vaticinan batalla sin cuartel.
“Todos los caminos para la oposición serán difíciles y bloqueados por el control del chavismo, pero eso no significa que no deba transitarlos. La clave es que la oposición tenga claro los objetivos de su estrategia”, opinó Luis Vicente de León, presidente de la firma Datanálisis.
El chavismo asegura que la oposición ha estado dividida en torno a la vía que usarían para su objetivo de anticipar la salida de Maduro. La oposición sostiene que hay en el oficialismo una fractura pues algunos creen que el mandatario debe renunciar.
Pero tanto el gobierno como la MUD aseguran estar unidos y ambos han llamado a sus militantes a las calles. La movilización convocada por la oposición empezará el próximo sábado, anunció Torrealba.
La oposición venezolana impulsará un referendo revocatorio y una enmienda constitucional para sacar del poder a Nicolás Maduro, simultáneamente con una gran movilización popular que exija la renuncia del presidente, una estrategia que busca contrarrestar el posible bloqueo de la justicia, acusada de servir al gobierno.
Dos meses después de asumir el control del Parlamento por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció su “decisión unánime” de convocar al “movimiento de presión popular más grande que haya existido” para activar “todos los mecanismos de cambio”.
En rueda de prensa, el secretario de la coalición opositora, Jesús Torrealba, leyó la Hoja de ruta de cambio 2016, que precisa las tres vías: presionar la renuncia de Maduro, aprobar una enmienda constitucional “para reducir el mandato presidencial y lograr elecciones este año”, e “iniciar el proceso para el referendo revocatorio”.
Torrealba consideró que esa estrategia busca “alcanzar una solución política, electoral constitucional y pacífica”, ante el agravamiento de la situación económica y social del país petrolero, que desembocó este año en crisis institucional.
“El gobierno trancó el juego y profundizó el desastre económico... Esto ya no se aguanta, somos víctimas de la peor crisis de la historia del país, nada funciona. Por eso Venezuela asumió el camino del cambio”, manifestó.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo, sufre una severa crisis con la inflación más alta del mundo -180% en 2015- y una escasez de alimentos y medicinas que angustia y hastía a los venezolanos. El gobierno dice estar enfocado en la solución de la “emergencia” económica, pero también se dice preparado para dar la pelea, advirtiendo que Maduro, heredero político de Hugo Chávez -fallecido en 2013- no renunciará jamás. Analistas vaticinan batalla sin cuartel.
“Todos los caminos para la oposición serán difíciles y bloqueados por el control del chavismo, pero eso no significa que no deba transitarlos. La clave es que la oposición tenga claro los objetivos de su estrategia”, opinó Luis Vicente de León, presidente de la firma Datanálisis.
El chavismo asegura que la oposición ha estado dividida en torno a la vía que usarían para su objetivo de anticipar la salida de Maduro. La oposición sostiene que hay en el oficialismo una fractura pues algunos creen que el mandatario debe renunciar.
Pero tanto el gobierno como la MUD aseguran estar unidos y ambos han llamado a sus militantes a las calles. La movilización convocada por la oposición empezará el próximo sábado, anunció Torrealba.