Este es el taller de IntegrArte, una marca de ropa, accesorios y artículos de decoración en las afueras de la Ciudad de Panamá. Sus 25 trabajadoras son reclusas que laboran desde un centro penitenciario.
Poco más de 100 presos escogidos por una junta técnica trabajan en cuatro centros penitenciarios del país en este programa de resocialización, creado hace un año y apoyado por las Naciones Unidas.
Las colaboradoras de IntegrArte, no solo se liberan a través de su creatividad. Pueden conmutar penas y obtener una remuneración por la venta de los productos que fabrican.
'Hay muchas personas, artistas, comerciantes, muchas empresas que sí están interesadas en trabajar con nosotros', dijo Hania Fonseca, gerente de IntegrArte.
Por el momento, venden sus artículos en ferias y a través de catálogos, aunque las autoridades buscan crear un punto fijo de venta.
'Estamos haciendo un modelo en desarrollo. Estamos estructurando todos los parámetros de la marca para posicionarnos en el mercado', añadió Hania Fonseca, gerente de IntegrArte.
El programa también se extiende a centros penitenciarios masculinos, donde se hacen artículos para el hogar y artesanías. Texto, foto y video de AFP.
Foto captura video AFP.
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