El perdón del papa Francisco a la congregación mexicana Legionarios de Cristo genera interrogantes aunque, según observadores, podría enmarcarse en su política de misericordia con una organización que se reformó tras los abusos sexuales de su fundador, el fallecido Marcial Maciel.
'Forma parte de las actividades del jubileo', se limitó a declarar el jueves a la AFP el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
'No tengo más comentarios sobre el tema. La indulgencia plenaria es un beneficio espiritual que se concede con ocasión del año del jubileo. Puede ser concedido a varias congregaciones', agregó Lombardi.
En un comunicado oficial, la congregación ultraconservadora, empeñada en limpiar su pasado marcado por la pedofilia de su fundador, el mexicano Marcial Maciel, informó el miércoles de la decisión del papa de conceder el perdón de la Iglesia.
La indulgencia plenaria fue comunicada a través de una nota de la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede con fecha 27 de julio del 2015.
Según el documento de la Penitenciaría Apostólica, los legionarios y los miembros del Regnum Christi, su brazo seglar, podrán alcanzar la indulgencia plenaria 'si renuevan por devoción sus compromisos que los vinculan al Movimiento o a la Legión, y rezan por la fidelidad de su patria a su vocación cristiana, por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, y por la defensa de la familia'.
Se les concede la indulgencia plenaria 'cuando se dedican por un tiempo conveniente a la práctica de las obras de misericordia', así como 'a enseñar o aprender la doctrina cristiana o participan en misiones de evangelización', reza el texto.
La solicitud de indulgencia fue presentada por el director general de la congregación, el mexicano Eduardo Robles-Gil, para 'celebrar dignamente' el 75 aniversario de su fundación.
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La congregación ultraconservadora, fundada en 1941, logró por décadas ocultar las denuncias contra Maciel y contó con la protección de altos jerarcas del Vaticano durante el pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), quien consideraba a los legionarios un ejemplo de virtud católica.