Los candidatos derechistas Otto Pérez y Manuel Baldizón buscaban ayer apoyo para la segunda vuelta de las elecciones guatemaltecas, programadas para el 6 de noviembre, en las que los partidos minoritarios y la socialdemocracia gobernante podrían ser cruciales para decidir la votación.
Pérez y Baldizón, que con promesas de mano dura contra el crimen obtuvieron la mayor votación en la primera vuelta presidencial el domingo (36 y 23% respectivamente), intentan conseguir apoyo de los candidatos perdedores para ganar el gobierno de un país azotado por la violencia y la pobreza.
Pérez, un general retirado de 60 años especializado en contrainsurgencia, dijo que hablará con grupos que tengan “convergencia” con su Partido Patriota. “Estamos dispuestos a hacerlo (buscar alianzas), pero no sólo por conveniencia o por intereses personales.
Estrategia
Las alianzas son importantes porque todos los guatemaltecos debemos luchar por un mismo fin para poder sacar adelante al país”, declaró Pérez, quien fracasó en su esfuerzo por adjudicarse la Presidencia en la primera vuelta. Pérez dijo que está abierto “para otras posibilidades, otros sectores que no se han acercado al partido, políticos y no políticos, así como sectores organizados para que puedan ojalá acompañarnos en la segunda vuelta”.
Baldizón, un empresario de 41 años y jefe del partido Líder, también busca alcanzar alianzas con los candidatos derrotados, incluido el matemático derechista Eduardo Suger, tercero en la primera vuelta con 16%. El empresario dijo que está abierto a alianzas con todos, “excepto con el que llevaría al país a 30 años más de retroceso”, en alusión a Pérez. AFP