El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, retenido por la policía desde hace dos semanas en su curia para investigarlo por intentar “desestabilizar” el país, agradeció este jueves las muestras de solidaridad, en medio de tensiones entre el clero y el gobierno.
“Gracias por tenernos pendientes, por recordarse de nosotros (...) gracias por esta gran comunión espiritual” en la que reside “nuestra fortaleza”, afirmó el obispo, en una misa transmitida por Facebook desde el interior de la curia que esta rodeada por la policía.
Álvarez, obispo de Diócesis de Matagalpa, norte del país y crítico del gobierno de Daniel Ortega, está retenido en su curia junto a una decena de personas desde el pasado 4 de agosto.
Su reclusión ocurrió días después de que denunció el cierre por parte de las autoridades de cinco emisoras católicas y demandó al gobierno respeto a la “libertad” religiosa.
La policía anunció que la Diócesis del obispo es investigada por intentar “organizar grupos violentos” e incitar al “odio” para “desestabilizar al Estado de Nicaragua”.
“Nosotros estamos en las manos de Dios”, expresó el prelado este jueves.
“El señor está entre nosotros (...) el Dios que en cada eucaristía vence la oscuridad, la iniquidad, en cada eucaristía hace temblar los infiernos que los refunde en el mar de su propia maldad, ahí donde no pueden hacernos daño”, aseguró este jueves.
Antes ya había dicho que se le la dado “casa por cárcel”, y que las autoridades están “haciendo sus propias conjeturas” respecto de él.
La retención del obispo ocurre en medio de los roces que la iglesia tiene con el gobierno de Ortega, un guerrillero de 76 años que se mantiene en el poder desde el 2007, amparado en tres reelecciones sucesivas.
La última ocurrió en noviembre del 2021, con sus opositores presos o exiliados y en medio de cuestionamientos internacionales.
El presidente acusa a los obispos de “golpistas” por apoyar las protestas opositoras que pidieron su dimisión en 2018. La iglesia luego fue facilitadora para la liberación de opositores presos.
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Las relaciones han ido en deterioro. Este año hubo cierre de medios católicos, entre ellos el canal de la Conferencia Episcopal, y la reciente detención del sacerdote Oscar Benavidez, sin que se conozcan razones.
También se ilegalizó a la Asociación Misioneras de la Caridad, de la orden de la madre Teresa de Calcuta, que abandonó el país en julio.
En marzo ya había sido expulsado al nuncio apostólico, Waldemar Sommertag, quien participó en las negociaciones entre gobierno y oposición en 2018 y en 2019.