El gobierno de Barack Obama comparte la “preocupación” por un proyecto de ley migratoria en el estado de Arizona que ha desatado críticas de varios países latinoamericanos y organizaciones hispanas estadounidenses, afirmó ayer una fuente del Departamento de Estado.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, reconoció que el proyecto aprobado el miércoles por el legislativo de Arizona ha generado inquietud en México. “Compartimos esa preocupación”, dijo Crowley a periodistas. El proyecto de ley, que permite a la Policía local confirmar el estatuto migratorio basado en sospechas razonables”, aún debe ser ratificado o vetado por la gobernadora republicana del estado fronterizo con México, Jan Brewer.
Preocupación
Otro país que manifestó su inconformidad fue Guatemala, cuya cancillería advirtió ayer que esa ley criminalizaría a los inmigrantes indocumentados.
Se calcula que en Arizona viven unos 400 mil inmigrantes indocumentados, que de acuerdo con esta ley podrían ser detenidos y deportados, entre otras medidas que criminalizan los vínculos con los inmigrantes sin papeles.
Crowley afirmó que el gobierno de Obama “quiere ver progresos hacia una reforma migratoria” en el Congreso estadounidense, iniciativa que no ha tenido mayor avance.
“Se ha convertido en una prioridad y continuaremos impulsándola”, apuntó Crowley, quien dijo que su país reconoce que la reforma migratoria en Estados Unidos es un “tema importante” para varios países del continente. AFP