Washington, Estados Unidos
La polémica en torno a la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos continúa opacando el proceso de transición del magnate Donald Trump.
Ayer, la Casa Blanca y los jefes del Congreso se alinearon a favor de una investigación sobre el presunto hackeo ruso en la campaña demócrata para beneficiar a Trump, una idea rechazada por el presidente electo.
Paul Ryan, el influyente presidente de la Cámara de Representantes, dijo a la prensa que “toda intervención de Rusia es particularmente problemática porque el presidente (Vladimir) Putin, es un agresor que constante busca afectar los intereses de Estados Unidos”.
Por su parte, el presidente del mayoritario bloque republicano en el Senado, Mitch McConnell, recordó que “los rusos no son nuestros amigos”.
“Tengo la más alta confianza en la comunidad de inteligencia y especialmente de la CIA”, añadió.
El portavoz del presidente Barack Obama, Josh Earnest, manifestó que la presidencia estadounidense defiende el papel del Congreso en situaciones como esta.
“No necesitas acceso privilegiado para entender quién se benefició de la maliciosa ciberactividad rusa”, dijo Earnest, recordando que Obama ya ordenó a la comunidad de inteligencia que “compile información que pueda ser presentada al Congreso”.
Clinton se suma
El equipo de Hillary Clinton se sumó a 10 de los 538 grandes electores que elegirán formalmente a Trump, presidente de EUA, el 19 de diciembre, pidiendo a la CIA más información sobre los presuntos ciberataques rusos. La interferencia de Moscú habría estado detrás de la invasión de los sistemas de correos del Comité Nacional Demócrata y del jefe de campaña de la excandidata demócrata, John Podesta.
“¿Pueden imaginarse si el resultado de la elección hubiera sido diferente y nosotros jugáramos la carta CIA/Rusia? ¡Sería llamado una teoría de conspiración!”, apuntó Trump en Twitter.
Para oficializar la elección de Trump, los miembros del Colegio Electoral deberán emitir su voto el próximo 19 de diciembre.
| Moscú se defiende de acusaciones
Rusia reaccionó ayer ante las acusaciones de la CIA y las calificó de “gratuitas”, después de que la agencia de inteligencia concluyera, según el Washington Post, que Moscú interfirió en las elecciones estadounidenses para favorecer al candidato republicano Donald Trump.
“En los medios se publican con una sorprendente regularidad informaciones procedentes de altos representantes de Estados Unidos”, declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. “Algunas de esas acusaciones no se sostienen en ninguna información, ni siquiera hablo de prueba. Parecen acusaciones gratuitas, no profesionales, que no tienen nada que ver con la realidad”, manifestó a la prensa. Trump también desestimó en las conclusiones de la CIA afirmando que son “ridículas”. “No saben si fue China, Rusia u otro”, insistió el magnate atizando la polémica con la agencia de inteligencia. |