Casi dos años después de que estallara el caso, la nuera de la presidenta Michelle Bachelet rompió el silencio y denunció un tratamiento discriminatorio de la justicia en la investigación por fraude fiscal y uso de información privilegiada en sus negocios privados.
Al final de una audiencia en la que por segunda vez la justicia le impidió salir del país 'por riesgo de fuga', Natalia Compagnon rompió un largo silencio con los medios y acusó de persecución a la fiscalía, en la investigación por los negocios que realizó con su firma Caval, en un caso que afectó la popularidad de la presidenta Bachelet.
'Claramente en esta causa ha habido una desproporción si se compara a las medidas aplicadas a otras causas de igual connotación pública', dijo Compagnon al leer una declaración pública afuera del tribunal de la ciudad de Rancagua (80 km al sur de Santiago), en compañía de su esposo, el primogénito de la mandataria chilena, Sebastián Dávalos.
Compagnon había pedido autorización para viajar en enero dos semanas de vacaciones a Miami con su familia y explorar posibilidades laborales en Estados Unidos ante la imposibilidad de trabajar en Chile desde el estallido del caso.
La nuera de Bachelet acusó a la Justicia de trato discriminatorio por su vínculo familiar con la mandataria chilena, además de filtrar a la prensa información del proceso y de no respetar el principio de igualdad ante la ley.
'Dada mi relación con la familia presidencial, esta causa ha tenido un gran impacto mediático, lo cual a estas alturas, no me cabe duda que ha afectado el actuar de esta fiscalía', acusó Compagnon.
Bachelet siempre ha negado tener injerencia en el escándalo que involucra a su nuera.
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Un millonario negocio
Dávalos y Compagnon quedaron en el ojo del huracán en febrero de 2015, cuando se reveló la millonaria compra y venta de terrenos en el sur de Chile articulada por la empresa Caval, de la que la nuera de la mandataria era dueña del 50% y en la que su esposo trabajó como gerente de negocios.
La transacción se concretó luego de que el matrimonio pidiera un millonario crédito ante el dueño de uno de los mayores bancos de Chile, en plena campaña electoral que tenía a Bachelet como amplia favorita.
El caso fue un duro golpe para la mandataria y su popularidad, que nunca más volvió a repuntar, tocando mínimos históricos desde el retorno a la democracia pese a que ha reiterado que no tuvo ninguna injerencia en el negocio.