La operación “antidrogas” llevada a cabo el viernes y el sábado por las autoridades libias en una barriada de Trípoli, centrada sobre todo en migrantes indocumentados, dejó un muerto y al menos quince heridos, indicó la ONU.
“Un migrante murió y al menos otros 15 resultaron heridos, seis de ellos de gravedad”, en las “incursiones” de las fuerzas de seguridad en “casas y refugios provisionales en Gargaresh, una zona de Trípoli con una alta población de migrantes y solicitantes de asilo”, subrayó la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (Manul) en un comunicado.
Según la misión, que citaba fuentes de la Dirección de la Lucha contra las Migraciones Ilegales, “al menos 4.000 personas, incluyendo mujeres y niños, fueron detenidas”.
Fuentes de asociaciones y de la fiscalía habían dado cuenta, en un primer momento, de varios centenares de arrestos.
“Migrantes no armados fueron acosados en sus casas [...] Naciones Unidas recibió informaciones de que mataron a un joven migrante a balazos. Otros cinco migrantes fueron heridos de bala, dos de ellos están graves, en cuidados intensivos”, indicó la Manul.
La “primera fase” de lo que las autoridades libias describieron como una “campaña de seguridad” terminó el sábado por la tarde.
Estará seguida de una “segunda fase” en la que se “eliminarán las construcciones anárquicas” del mismo barrio.
Decenas de miles de migrantes, procedentes en su mayoría de África subsahariana con la idea de cruzar el Mediterráneo y llegar a Europa, son presas de traficantes en Libia, un país sumido en el caos desde la revuelta de 2011.
