La brecha entre Miami-Dade y el resto de Florida por la prevalencia de la COVID-19 sigue creciendo y este martes el condado sureño se anotó casi 1.600 nuevos casos, un récord que eleva la cifra de contagios acumulada a 36.820, más del doble que su vecino Broward.
En total Florida acumula desde el 1 de marzo y hasta este 152.434 casos de la enfermedad producida por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, de los cuales 3.505 han resultado fatales, según las cifras del Departamento de Salud de uno de los estados donde la COVID-19 ha repuntado peligrosamente después de haber iniciado la reapertura.
La tasa de casos positivos en las más de 35.000 pruebas realizadas en las últimas 24 horas en Florida fue de alrededor del 15,7 %. En Miami-Dade el lunes superó el 17 %.
De acuerdo con la Agencia para la Administración de Salud del Estado, a primeras horas del martes del total estatal de camas en las unidades de cuidados intensivos para adultos un 20,25 % estaba sin ocupar, y en las de niños el porcentaje libre era del 34,48 %.
MIAMI-DADE, SOLO EN LA CIMA DE LA COVID-19
Miami-Dade, que desde que hace cuatro meses se confirmó oficialmente el primer caso de COVID-19 en Florida ha sido la zona cero de la pandemia en este estado, registró en las últimas 24 horas 1.598 casos nuevos y 16 muertes.Si bien los fallecimientos fueron menos que en la jornada precedente (22), los nuevos casos fueron más (1.508).
Broward y Palm Beach, que en marzo, abril y mayo acompañaron a Miami-Dade como focos principales en Florida, han quedado muy atrás en la cuenta.
Broward, cuya ciudad principal es la turística Fort Lauderdale, suma 15.624 casos, con lo 579 de hoy, y Palm Beach, donde está la lujosa mansión Mar-a-Lago del presidente Donald Trump, llegó a 14.150 casos al anotar 439 nuevos.
También en mortalidad están lejos de Miami-Dade: Broward acumula 383 muertes y Palm Beach, 510.
MASCARILLAS Y POLÍTICA
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, alega para no ordenar el uso de mascarillas con carácter obligatorio que la prevalencia de la enfermedad no es la misma en todo el estado y es más efectivo que adopten esa medida los condados o ciudades que realmente lo necesiten.Su postura ha sido muy criticada por quienes piensan que es la mejor manera, junto con mantener la distancia física y extremar las medidas de higiene, de prevenir contagios.
Pero a estas alturas en Estados Unidos llevar o no mascarilla es una 'declaración política', como escribieron el fin de semana un grupo de médicos de Florida en una carta para advertir del peligro de celebrar un acto multitudinario del presidente Donald Trump en Jacksonville (noreste del estado) a fines de agosto.
'Si el gobernador me preguntase por mi opinión le urgiría a eso (mascarilla obligatoria). No veo la diferencia entre decirle a la gente que debe llevar máscara a obligarlo. Para mí no es diferente que decirle a la gente que deben llevar un cinturón en el coche', dijo este martes el alcalde de Miami, Francis Suárez, al programa Good Morning America.
La ciencia también está de parte de las mascarillas.
Un modelo realizado por el reconocido Instituto de Indicadores y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, indica que en Florida podrían evitarse casi 8.000 muertes si se hiciera un uso masivo y consistente de mascarillas en público.
UN MODELO SORPRENDE
De acuerdo con este modelo, para el 1 de octubre próximo las muertes por la COVID-19 en Florida podría totalizar 15.393, pero en el supuesto de que el 95 % de la población del estado usara máscaras u otra cosa para taparse la nariz y la boca en público, la cifra se reduciría a 7.525, según publicaron medios locales.Ese supuesto de un 95 % de floridanos con mascarilla suena bastante improbable.
Hoy mismo un grupo de una veintena de mujeres se manifestó ante la sede de la junta del condado Brevard (costa este de Florida) para protestar por la obligatoriedad de usar mascarillas con carteles en los que se leía 'Mantén tu libertad médica' o 'Los hechos asustan'.