'El perro y yo nos hemos ido comiendo a trocitos a mi madre, confesó Alberto Sánchez Gómez, de 26 años, días después de conocerse más detalles del crimen más atroz de la historia en España, según informó el diario ABC.
Sánchez Gómez confesó el homicidio después que la Policía hallara los restos de su María Soledad Gómez, de 66 años, en su apartamento en el barrio La Guindalera de Madrid.
Su hijo fue quien dejó entrar a los oficiales cuando llegaron preguntando por ella.
| Forense
La manera de descuartizar el cadáver podría complicar la autopsia. Faltan órganos vitales, con lo que podría ser difícil discernir la causa de la muerte.
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El caso es tan macabro que algunos en la Policía afirman que es el crimen más atroz de la historia de España.
Días después que el caso conmocionara a la sociedad han surgidos más detalles del asesino. En su cuenta de Instagram publicó algunos videos en los que se lo veía recitando versos de su autoría.
Paseando al perro como un cencerro
No sé la mier.. que digo, pero si te quiero hundir te entierro
Enamoro a lo Tiziano Ferro
Pillo el ferry y te dejo a cero
Cocinando ternera para perder la cordura,
Pollo dulce y mente dura
No existe cura para mi locura
Espero a que lo mejor ocurra
O curras o te tratan como una curva
Escucho la selva mientras el pájaro silva
Bebiendo birra y fumando sativa
Alberto es el menor de dos hermanos.
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Te leo sin canguelo
Tenerte es lo que más anhelo
Para no perder tu pelo
Sólo quiero ver tranquilo mi corcel
Sin perder un puto papel
Estoy hasta la polla de la cárcel
Entreno sin vino
Sólo sé que tengo un talento fino
Yo nunca desafino
Sino que me importa una mierda si me llamas un gorrino
A mí trátame de usted
Para no perder el Percocet
Yo no quiero ver más a las niñas de La Merced
Más de una vez había terminado en la cárcel por golpear a su madre cuando estaba bajo el efecto de las drogas. En uno de los versos menciona el Percocet, que es el nombre comercial de un analgésico que combina oxicodona, un opioide que puede ser muy adictivo, con paracetamol.
Alberto Sánchez Gómez era el segundo de dos hermanos. El mayor de ellos, ya se había independizado, y según los medios locales, no mantenía relación con el acusado. El padre, que trabajaba como ebanista, falleció hace muchos años.
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