Londres, Inglaterra.
Tras esos dos intentos de suicidio, sus padres decidieron internarla en una clínica de salud mental a varios kilómetros de distancia de su hogar, ahí Sara viviría los últimos meses de su vida.
'Quiero irme a casa. Solo espero el momento en que mamá y Stacey puedan visitarme porque el no verlas me ha hecho sentir mucho peor. Lo que ha pasado es que ahora pienso mucho más en el suicidio que cuando llegué a este lugar. Y en este momento estos pensamientos son cada vez peores', escribió la joven.
La historia de la adolescente británica Sara Green inundó las redes sociales en los últimos días luego de que la cadena BBC divulgara fragmentos del diario de la joven que se suicidó en 2014 para dar a conocer el sufrimiento que padecen los jóvenes con problemas psiquiátricos.
Sara comenzó a lidiar con sus problemas mentales desde los 11 años, y durante gran parte de su vida, al igual que muchas jóvenes, escribió en un diario todo lo que le pasaba, le inquietaba y le molestaba.
'No me aceptan en la escuela. Hay un límite en el número de insultos que una persona puede soportar. Me odian por lo que soy, pero lo cierto es que me odio a mí misma. No entiendo cómo he dejado que me afecte tanto lo que me hacen', escribió la joven, quien a lo largo de su vida escolar se caracterizó por tener notas sobresalientes y por tener la ilusión de ir a la universidad.
'Quiero decirles la verdad sobre cómo han empeorado las cosas. No estoy bien. Por dentro estoy destrozada'. Sara Green
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La joven intentó quitarse la vida en 2011 y en el 2013, tomando una sobredósis de antidepresivos. 'Lloré muchísimo hoy y sé que mañana será peor', escribió.
 La joven se suicidó en marzo de 2014 tras ser internada en una clínica de salud mental para adultos.
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Tras esos dos intentos de suicidio, sus padres decidieron internarla en una clínica de salud mental a varios kilómetros de distancia de su hogar, ahí Sara viviría los últimos meses de su vida.
'Quiero irme a casa. Solo espero el momento en que mamá y Stacey puedan visitarme porque el no verlas me ha hecho sentir mucho peor. Lo que ha pasado es que ahora pienso mucho más en el suicidio que cuando llegué a este lugar. Y en este momento estos pensamientos son cada vez peores', escribió la joven.
Las cosas empeoraron en la clínica, en un mes Sara trató de estrangularse en ocho ocasiones. En marzo de 2014 Sara fue encontrada en el suelo de su habitación, con un alambre utilizado para encuadernar libretas en el cuello.
La investigación oficial sobre las causas de su muerte, realizada en abril de 2015, fue muy crítica de la forma como la clínica manejó su caso. El médico forense concluyó que no había sido un suicidio sino una autolesión provocada por el empeoramiento de sus ansiedades debido al prolongado período que pasó en una clínica para adultos y tan lejos de su casa.
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La clínica aseguró que cambiaría sus procedimientos y aprendería las lecciones. Pero el caso de Sara no es único. Según Inquest, tan sólo en Inglaterra, desde 2010 han muerto nueve jóvenes mientras están internados en unidades de tratamiento psiquiátrico.
Todos esos casos han puesto de manifiesto la necesidad de crear sistemas de tratamiento dirigidos específicamente a los jóvenes, algo que Sara sentía y lo escribió en su diario: “No quiero ser yo… quiero ser libre… necesito un remedio para curar este dolor … sé que sonrío, pero hace tiempo que no soy feliz”.
