Las inundaciones en el estado brasileño de Santa Catarina han causado estragos y mantienen a decenas de miles de personas fuera de sus casas, sin agua ni luz, pero el nivel del río Itajaí-Açú, que subió casi 13 metros por las lluvias, comenzó a disminuir ayer.
Las fuertes lluvias de la semana pasada que provocaron el desborde de la cuenca del río dejaron tres muertos y afectaron a casi un millón de personas en 91 municipios. Casi 160,000 habitantes de Santa Catarina siguen evacuados y otros 15,000 están sin hogar. Más de 28,000 casas fueron dañadas o destruidas y 28 ciudades aún están aisladas, sin comunicaciones. Hasta el momento 37 ciudades se encuentran en estado de emergencia y nueve en estado de calamidad pública, según el último balance de la Defensa Civil del estado.
La ciudad de Río do Sul, situada en un valle por donde pasa el río Itajaí-Açú, fue inundada en un 70% y es la más afectada por el desborde del río, que alcanzó un nivel de 12.96 metros el viernes, el más alto en casi 20 años. El nivel del río se retrajo luego a 9.91 m, y este lunes la ciudad amaneció cubierta de lodo y residuos, según informó el diario Catarinense. “Mi casa está con dos metros de agua por encima del techo. Perdí todas mis ropas, mis cosas, todo. Creo que esto le pasó a toda la ciudad. Mucha gente sólo quedó con la ropa puesta”, dijo María Lucia Andre una habitante de Rio do Sul.
