En su desesperación por no encontrar trabajo en Honduras, Sandra Patricia Mondragón salió en búsqueda de la esperanza y la prosperidad. Así que viajó a España, adonde conoció a Francisco Teodoro Peña, quien ahora es su esposo y el padre de su hijo, Noah, quien apenas tiene un año y medio de edad.
La emoción no duró mucho. La crisis económica en el viejo continente también hizo efecto negativo en la vida de esa familia, al punto que decidieron mudarse de Barcelona a Berna, en Suiza. Ahora viven en las cercanías de Lausaane, en el pueblo Bussigny, en ese país.
'Fue difícil dejar mi corazón allá (España). Encontré mil barreras, pero en Barcelona conocí a mi esposo y nació mi bello hijo, así que estoy agradecida, con Dios y los españoles', expresa Sandra, quien no puede contener el llanto.
La vida está llena de cambios y dificultades, pero el deseo de vivir de cada persona y la lucha por conservar el bienestar de los seres más amados obliga a buscar otras salidas.
Esta situación hace una alusión perfecta al caso de Sandra, Francisco y Noah, quienes piden apoyo a la comunidad hondureña, médica, y otras organizaciones, ya sean estadounidenses o de cualquier parte del mundo, para costear el tratamiento médico del pequeño.
Noah padece de un síndrome complejo llamado Klippel-Trenaunay-Weber, y no hay un tratamiento que sea aplicable para todos. No obstante, muchos de los síntomas que Noah presenta pueden ser tratados, aunque eso no necesariamente represente una cura.
La malformación
Sandra explica que desde que Noah nació era notable la malformación en su pierna izquierda, porque era mucho más gruesa que la pierna derecha. Además, tenía un color vino en la piel, típico de la enfermedad.
El chiquitin no crece de forma proporcionada, ya que su pierna izquierda presenta un tamaño mucho mayor que otras partes de su cuerpecito.
Lo anterior, según los médicos que lo han examinado en los países europeos, puede ocasionarle una desviación en la columna, artritis degenerativa de la cadera, venas varicosas, dolor, embolias pulmonares, trombosis, entre otras consecuencias, lo que se traduce en un costo de 400 dólares por cada media especial comprimida que Noah debe usar. De por vida.
'Estamos desesperados, ya sabemos que es una enfermedad incurable, pero que podemos darle calidad de vida a mi hijo. Por ahora no tengo trabajo porque tengo la barrera del idioma y mi hijo necesita de mis atenciones. Ya empezó a caminar, se cae, le cuesta levantarse', dice Sandra.
Francisco, es maestro de educación primaria y aunque también trabaja no pueden ajustar los recursos ni siquiera para comprarle a Noah un par de zapatillas, porque además de que son caros, no son fáciles de encontrar.
'Ahora esperamos respuesta sobre si el seguro cubrirá los gastos para mandar a hacer un par de zapatos aptos para él. Pero necesitamos ayuda económica y ninguna embajada nos tiende la mano, ni la de Honduras, ni la de España y la de Suiza menos, porque mi hijo no nació aquí, sólo nos agarramos de Dios', manifiesta Sandra.
'En Honduras se hizo una noche benéfica y recaudaron 230 dólares, muy agradecida con quienes nos ayudaron', agrega la mujer, en un tono conmocionado.
Una esperanza muy costosa
Para agotar todas las instancias, Mondragón emprendió una búsqueda más por recuperar la salud de su hijo. Así que se adentró en el mundo de las redes y localizó a un médico especialista en Buenos Aires, Argentina.
Tras varias llamadas telefónicas e intercambio de correo, el doctor Cristóbal Miguel Papendiek, quien lidera el Centro de Estudio y Tratamiento Linfidema, Angiomas, Malformaciones y Síndromes Vasculares, revisó el diagnóstico de Noah y luego de examinar las resonancias magnéticas le dijo a Sandra que el pequeño puede someterse a una cirugía.
Esta intervención implica la extracción de líquido, disminuir la inflamación de la pierna izquierda y, de ser posible, operar las varices. El costo de todo ese proceso quirúrgico oscila entre 10 mil y 16 mil dólares, y solo hay cupo en febrero de 2014.
'Nosotros no contamos con ese dinero, además debemos costear los pasajes, hotel, comida, es tan difícil esta situación... No sabemos a quién más recurrir, agradezco a LA PRENSA de Honduras por interesarse en este tema y ayudarme con la publicación, aquí en Suiza esta semana nos entrevistó un diario y esperamos que pronto la gente comience a donar a www.helpnoahsebastian.info', pide Sandra.
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