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Hondureño relata la terrible experiencia que vivió como rehén de los Zetas

  • 14 abril 2015 /

Marlon Márquez contó al diario estadounidense el Nuevo Herald su experiencia con el cártel más sanguinario de México.

Miami, Estados Unidos.

Un inmigrante hondureño fue una pieza clave para que la policía estadounidense desmantelara una red de traficantes de personas en Texas, luego de que fuera secuestrado desde México por el cártel de los Zetas.

Marlon Márquez quien reside ahora en Miami, narró al diario estadounidense Nuevo Herald su terrible experiencia como rehén de uno de los grupos criminales más sanguinarios de México que reafirma los peligros a los que se exponen los inmigrantes al emprender su viaje hacia Estados Unidos.

Márquez partió desde San Pedro Sula hacia EUA en 2008, su recorrido hasta México resultó sin novedades hasta que llegó a Veracruz, donde se encontró con su padre que se sumó al viaje. Allí conocieron a un hombre que les dijo que los podía llevar a Houston por muy bajo precio. Los hondureños accedieron sin imaginarse que esa decisión estaba a punto de cambiar su destino.

Fueron secuestrados, sin embargo, no se percataron del hecho hasta que llegaron a Reynosa, donde los esperaban hombres armados, que se identificaron como miembros de los Zetas. “Vimos gente con armas y a otros rehenes, algunos llevaban más de un año ahí”, recordó Márquez. “Nos dijeron que teníamos que pagar $3,500 más $1,000 por persona para el viaje de Veracruz a Reynosa”.

Los inmigrantes se exponen a secuestros, extorsiones, violaciones y muchos peligros más en su paso por México hacia EUA.

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Márquez pudo pagar la suma exigida y un mes después de su secuestro emprendieron el viaje rumbo a Texas. Los secuestradores le ordenaron al grupo de inmigrantes que se lanzaran al río bravo, dos hombres armados nadaron junto a ellos. Al llegar al otro lado de la frontera caminaron 2 días hasta un rancho donde los subieron a dos vehículos y los conducieron hasta San Marcos, Texas.

Las esperanzas de la tan anhelada libertad se desvanecieron para Márquez cuando nuevamente fueron entregados a un segundo grupo de hombres armados. Una mujer “nos dijo que nos olvidáramos del trato que hicimos en México”, recuerda Márquez. “Que aquí era otra cosa, y que teníamos que pagar un monto adicional de $4,500 para lograr la libertad”.

Márquez llamó de nuevo a su esposa en Miami. Esta vez, ella llamó a un primo en Austin en busca de ayuda y éste se puso en contacto con la policía.

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El 16 de julio del 2008, un magistrado del Condado Hays, en Texas, emitió una orden de allanamiento a una casa móvil en San Marcos. La orden incluía el nombre de Márquez y el de su padre como dos de los rehenes retenidos ahí. La policía y agentes federales lo rescataron junto con otros cautivos durante una redada en San Marcos, Texas.

El relato de Márquez es un reporte de primera mano sobre un posible vínculo entre Los Zetas y un grupo de traficantes de inmigrantes en EUA. En tanto, funcionarios federales de la principal agencia que estuvo involucrada en la investigación del episodio de San Marcos dijeron que no se encontró evidencia de vínculos a Los Zetas, pero no excluyeron tal posibilidad.

Documentos de la corte dicen que los traficantes de inmigrantes habían estado operando en San Marcos desde el 2003 y que habían obtenido cerca de $1 millón por pago de rescates.