Una tragedia enluta a una familia hondureña radicada en Estados Unidos. Nadir Gabarrete, un niño de apenas nueve años, murió atropellado la noche del jueves 31 de julio mientras paseaba en su patineta por una calle de Koreatown, en Los Ángeles, California.
El menor fue embestido por una casa rodante conducida, según reportes policiales, por un hombre en estado de ebriedad.
En el momento del accidente, Nadir cruzaba la calle acompañado de su hermano mayor, Carlos, de 19 años, quien resultó gravemente herido y permanece hospitalizado.
El conductor, identificado como Yimi, fue detenido por la policía y enfrenta cargos por conducir bajo la influencia del alcohol y causar la muerte de un menor. La familia exige que se aplique todo el peso de la ley.
Pedro Gabarrete, padre de los jóvenes, relató entre lágrimas el doloroso momento que vivió al llegar al lugar del accidente. En declaraciones brindadas al programa Primer Impacto de Univision, expresó su profunda tristeza: “Ese niño era un cerebro muy inteligente... yo vi cómo lo dejaron”, dijo con la voz entrecortada. Cuestionó el porqué de la tragedia: “¿Dios existe o no existe? ¿Por qué me lo quita si es un niño bueno?”, manifestó desconsolado.
Testigos del hecho describieron la escena como devastadora. Uno de ellos, Martín Canova, dijo que el niño quedó atrapado bajo la unidad: “Estaba todo lleno de sangre, ya no se movía”.
Nadir cursaba el tercer grado de primaria y era amante de la música. Su padre contó que tocaba el violín y que se sentía orgulloso cuando sus maestros lo elogiaban. “Un maestro siempre me decía ‘Good boy’, yo me sentía orgulloso”, recordó.
La familia, que se dedica a la venta de comida en un pequeño puesto en la ciudad, atraviesa momentos difíciles. Tras la tragedia, han dejado de trabajar y enfrentan gastos hospitalarios y funerarios. Han iniciado una campaña en la plataforma GoFundMe para recaudar fondos con los que esperan cubrir el traslado del cuerpo de Nadir a Honduras y costear el tratamiento médico de Carlos.