18/04/2024
07:35 PM

Hermana de Bessy Ayala pide pena capital para Edwin Galdámez

Julissa Ayala revela detalles aterradores. “Hace dos meses Edwin trató de matarla con un machete”. Su hermana Bessy Ayala fue vilmente asesinada en Houston

Houston, Texas

Hace dos meses Bessy Ayala llamó a su hermana Julissa llorando de pánico. Le contó que su pareja Edwin Gerardo Galdámez Alas la había intentado matar con un machete y que incluso le había dejado marcas en el cuello y en una de sus manos.

Siguiendo las indicaciones de su familia, especialmente las de su madre, esta progreseña de 39 años y mamá de cuatro hijos, lo denunció y desde entonces comenzó una pesadilla que terminó con su vil asesinato.

Bessy Carolina Ayala Barrientos fue encontrada muerta el domingo 9 de abril del 2023 en su apartamento en un vecindario de Spring Branch en Houston, Texas.

Edwin Galdámez, de 29 años y quien es originario de Lempira, por su historial de violencia doméstica siempre fue el principal sospechoso.

“Edwin Galdámez le dijo a Bessy que si lo denunciaba, la mataba”: Hermana de hondureña asesinada

Doña Gladys Barrientos había visto a su hija Bessy el sábado (8 de abril), por la noche, en una fiesta familiar en la que celebraban el cumpleaños de una nieta.

“Mi mamá le dijo a mi hermano Jorge que pasaran por donde Bessy. Primero entró el niño menor de Bessy (Yosmani, de 12 años) cuando él la miró en el suelo bañada en sangre salió corriendo, atrás de él iba mi hermano Jorge, quien le preguntó qué pasaba. Él solo agachó la cabeza y le dijo “mi mamá...” no pudo decir nada más por el impacto. Mi hermano entró y al ver el relajo en la sala y todo tirado corrió al cuarto de ella, la miró en el suelo bañada en sangre y quedó en shock”, contó Julissa Ayala en una entrevista exclusiva para LAPRENSA.HN.

Jorge le dijo a su mamá que todo estaba bien. «Tranquila mami, ella sólo está herida», le dijo. “Mi mamá miró en el rostro de mi hermano, lo mal que estaba y que no pudo disimular. Luego mi prima (Stefani Cruz) entró también. La miró y le dijo a mi hermano: «ya no le mientas a mi tía, dile la verdad». Cuando ella escuchó eso de mi prima, dice mi mamá que fue desgarrador; quiso entrar al cuarto pero mi hermano no la dejó”, añadió.

Cuando la policía llegó a la escena del crimen, la familia de Bessy alertó sobre Edwin Galdámez, de quien no se sabía nada y que por razones obvias era el principal sospechoso.

En redes sociales la familia publicó varias fotos de Edwin. La policía estuvo buscándolo y logró ubicarlo y arrestarlo cinco días después del asesinato, el viernes 14 de abril, mismo día que fue el funeral de Bessy. Edwin ya se había quitado la barba y no usaba la ropa deportiva que le caracterizaba y que desvelaba los tatuajes en sus brazos.

A la izquierda las fotos de Edwin Galdámez en sus redes sociales y a la derecha el día en que fue capturado.

Según registros judiciales, Galdámez-Alas enfrenta cargos de asesinato y de manipulación de evidencias. Está detenido con una fianza de 250,000 dólares y tiene una orden de requisición de autoridades de inmigración.

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“Mi madre es de un corazón tan lindo, ella pide todo el peso de la ley y que nunca salga en libertad. La verdad yo cómo hermana digo que si mi hermana no está con nosotros por su culpa y tanto que sufrió, él no merece estar vivo, merece la pena de muerte, pero todo lo dejamos en manos de papito Dios que sea él quién ponga sus manos y haga justicia”, dijo Julissa, desde El Progreso, Yoro en donde nació y creció junto con sus otros cuarto hermanos, incluida Bessy en Way de Urraco, en los excampos bananeros. En el estado de Texas, la pena capital aplica en asesinatos como el de Bessy Ayala.

La tenía amenazada de muerte. Julissa contó que “hace cómo unos dos meses él trató de matarla con un machete. Mi madre la convenció que lo denunciara, ella lo hizo pero la mamá y hermana de él le rogaban que retirara la denuncia. Él la seguía a todas las partes donde ella iba. Le juró que si ella lo denunciaba la mataría”, contó.

“Intentó matarla y ella cómo pudo se defendió. Le hirió un dedo de la mano y del cuello un poquito. Si ella no hubiera metido la mano la hubiera matado (ese día), pero igual, siempre lo hizo”, agregó.

Ella estaba desesperada. “Me llamaba siempre llorando para contarme que ya no hallaba qué hacer porque él la tenía amenazada. Le decía que la iba a matar si lo denunciaba”, aseguró Julissa.

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En una entrevista para Univisión, la mamá de Bessy contó que cada vez que ella llegaba a una casa, debía mandar fotos.

“Él era un celoso, era un tóxico”, dijo doña Gladys. “No, aquí estoy donde mi mami... A ver, abre la cámara a ver si es verdad, que estás donde tu mamá. O si salía conmigo, tal vez a veces íbamos al Mall o íbamos a comer en familia, ella tenía que hacerle una videollamada para comprobarle de que ella estaba con nosotros”, detalló su progenitora.

Una madre abnegada. Bessy nació en el Way de Urraco, en los excampos bananeros de El Progreso, Yoro. Hace siete años emigró a Estados Unidos en busca de un mejor futuro para sus cuatro hijos.

“Ella tenía su carácter, pero era muy linda, de buen corazón. Siempre ayudaba a quien lo necesitaba sin importar si era sólo un conocido. Era una madre que daba su vida por sus cuatro hijos”, la recuerda Bessy.