Estados Unidos anunció la donación de 7 millones de dólares para ayudar a guatemaltecos pobres que viven en zonas fronterizas con El Salvador y Honduras y evitar la migración irregular y el tráfico de drogas.
'Estos proyectos ayudarán a priorizar las necesidades de desarrollo y mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos más vulnerables' dentro del área denominada el Trifinio, que comparten los tres países, dijo en un comunicado el embajador estadounidense, Luis Arreaga.
El anuncio lo hizo Arreaga durante una visita de trabajo al poblado de Esquipulas (este) junto al vicepresidente guatemalteco, Guillermo Castillo, y otros funcionarios para apoyar un plan de desarrollo para el Trifinio.
El embajador comentó que las iniciativas buscan mejorar el desarrollo económico, social y ambiental transfronterizo, así como garantizar la seguridad en las fronteras.
Entre los proyectos figura el empoderamiento socioeconómico de las mujeres, jóvenes y comunidades indígenas para desanimar la inmigración ilegal a Estados Unidos.
También apoya la apertura en la zona de dos oficinas de la Secretaria Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET).
Estados Unidos ha donado millones de dólares para ayudar a guatemaltecos que viven en pobreza, que afecta al 59,3% de los casi 15 millones de habitantes, así como para impulsar campañas en televisión y radio, y desalentar la migración irregular.
Washington deportó hasta agosto pasado a más de 15.000 guatemaltecos, una cifra muy inferior a las expulsiones registradas en 2019 cuando alcanzaron números récord, con 54.599 casos.
La disminución obedece a la suspensión de vuelos de deportados desde suelo estadounidense debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Miles de personas del Triángulo Norte Centroamericano, integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras, emigran cada año a Estados Unidos para escapar de la pobreza y violencia que azota la región.
Las caravanas masivas de migrantes en 2018 y 2019 generaron la molestia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien presionó a los países del norte centroamericano para firmar acuerdos de asilo que permitan contener la migración irregular.