Pyongyang, Corea del Norte.
Los contactos diplomáticos de cara a la histórica cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte continuaron durante el fin de semana, y todo parece indicar que la compleja organización del encuentro está en manos de figuras claves de los servicios de inteligencia de los países implicados.
La preparación de la reunión aceptada por el presidente estadounidense, Donald Trump, por invitación del líder norcoreano Kim Jong-un está generando una enorme actividad diplomática y de trabajo entre bambalinas.
El encuentro, uno de los más importantes de los últimos años entre un líder estadounidense y un mandatario extranjero, podría celebrarse a finales de mayo, aunque la fecha y el lugar todavía no han sido acordados o revelados, lo mismo que ocurre con los asuntos que se tratarán.
Washington acogió la semana pasada a los jefes de la diplomacia de Seúl y Tokio, ambos muy involucrados en este proceso de distensión que arrancó con la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados del 9 al 25 de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang.
Tras una visita de tres días a la capital de EEUU, la canciller surcoreana Kang Kyung-wha aseguró en una entrevista con la cadena pública PBS que es “cautelosamente optimista” en relación con la celebración de las conversaciones y que espera que estas supongan “un gran avance en la resolución pacífica del problema nuclear de Corea del Norte”.
Kang Kyung-wha estima que “un canal de comunicación” se ha establecido. “Estoy segura de que hay un intercambio de mensajes”, añadió a CBS.
“Pero creo que el líder norcoreano necesitaría un tiempo debido a la rapidez con la que el presidente Trump aceptó la invitación al diálogo. Pienso que todos fuimos bastantemente sorprendidos por la rapidez de esa decisión”, reconoció antes de saludar la respuesta del mandatario estadounidense. ¿Pero confía Seúl en Kim Jong Un? “No es una cuestión de confianza, se trata de discutir y presionar por una acción”, respondió Kang.
