La Asamblea Legislativa de El Salvador dominada por el oficialismo prorrogó el miércoles por novena ocasión el régimen de excepción por un mes para mantener una “guerra” que el presidente, Nayib Bukele, libra contra violentas pandillas y que suma más de 60,000 detenidos.
La medida prolonga “el régimen de excepción (...) para la continuidad del restablecimiento del orden y la seguridad ciudadana y el control territorial”, según reza el texto que fue aprobado por 67 votos a favor en el congreso unicameral de 84 escaños.
El presidente del Congreso, Ernesto Castro, dijo que la prórroga es “por el término de 30 días a partir del 18 de diciembre” hasta el 16 de enero.
El régimen de excepción, que es cuestionado por organismos humanitarios, permite detenciones sin orden judicial, y se instauró en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo.
Según el decreto aprobado “las organizaciones criminales y sus integrantes mantienen su amenaza”.
“Los resultados del régimen de excepción son innegables y lo hemos visto en el territorio. Con esta nueva prórroga, estamos cuidando la vida de los salvadoreños”, estimó el diputado oficialista, Walter Alemán.
La diputada opositora del partido Vamos, Claudia Ortiz, aseguró que “llevar justicia y defender a las víctimas de la violencia es mucho más que tener las cárceles llenas”.
Hasta el lunes, según el fiscal general, Rodolfo Delgado, 60.218 supuestos pandilleros habían sido detenidos.
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Antes de marzo, en las cárceles de El Salvador había 16.000 pandilleros encarcelados.
En los casi nueve meses de régimen de excepción, según el ministerio de Justicia y Seguridad, la policía y el ejército han decomisado 1.980 armas de fuego, 2.448 vehículos, 14.230 teléfonos celulares y 1,4 millones de dólares en efectivo.
Una encuesta del diario La Prensa Gráfica reveló el lunes que el 87,8% de los salvadoreños aprueba la gestión del presidente, y destacó que la “punta de popularidad” es por el trabajo en materia de seguridad.
