El gimnasta norcoreano Ri Se-Gwang conquistó el oro en la final de salto disputada en los juegos olímpicos de Río de Janeiro, sin embargo fue su reacción al recibir la medalla y no su hazaña lo que acaparó la atención mediática en Brasil.
Varios medios brasileños e internacionales destacaron el rostro serio del joven al momento de subir al podio donde no dejó escapar ni una sonrisa tras su triunfo, algunos fueron más allá y lo calificaron como el atleta olímpico más triste de Río.
Sin embargo, el joven afirmó haberse sentido 'lleno de emociones' en unas breves declaraciones en las que no mencionó al líder norcoreano Kim Jong-un. 'Estaba lleno de una emoción y una alegría indescriptibles porque sentía que podía ofrecer la victoria y el valor a nuestro líder', aseguró.
El ruso Denis Abliazin y el japonés Kenzo Shirai se mostraron felices con sus medallas de plata y bronce.
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'La medalla no significa absolutamente nada para mí. Es un regalo que le hago a mi país. Esta medalla es la alegría para mi patria', subrayó Ri, el único de los ocho finalistas que apostó por dos saltos de gran dificultad (6,4).
Con la medalla de Ri Se-Gwang, vigente campeón del mundo de salto, Corea del Norte suma su séptima medalla en Rio, la segunda de oro.
El saludo marcial del atleta durante la entonación del himno nacional de Norcorea.
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