El Gobierno de Estados Unidos hizo pública una acusación por narcotráfico en contra de Antonio Oseguera Cervantes, alias “Tony Montana”, presunto operador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y hermano de quien, asegura Washington, es su principal líder: Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
Detenido en Tlajomulco de Zúñiga el pasado 20 de diciembre por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Fiscalía General de la República (FGR), “Tony Montana” estaría enfrentando cargos criminales en la Corte Federal del Distrito de Columbia por conspiración para importar cocaína y metanfetaminas a EU, así como por posesión de una arma de fuego en apoyo de dicha conspiración.
Actualmente, el presunto narcotraficante está detenido en el penal de alta seguridad del Altiplano en el Estado de México.
Según el Departamento de Justicia de EU, la acusación presentada por un gran jurado establece que “Tony Montana” habría estado involucrado en importación de cocaína y metanfetaminas por más de dos décadas, de enero de 1998 y a diciembre de 2022, y, de ser culpable, enfrentaría una sentencia de 15 años de cárcel.
En 1998, “Tony Montana” ya había sido declarado culpable en una Corte Federal del Distrito Norte de California por conspiración para distribuir heroína, delito por el cual fue sentenciado a 63 meses de prisión; de acuerdo con los registros de prisiones en EU, “Tony Montana” dejó la cárcel en julio de 2001.
Sancionado en 2016 por el Departamento del Tesoro de EU, “Tony Montana”, de 64 años, estaría encargado también, según dicha dependencia, de actividades de lavado de dinero para el cártel que presuntamente dirige su hermano además de actividades de transporte de drogas rumbo a EU.
Su captura se dio en el marco de la desaparición y búsqueda del coronel José Grimaldo Muñoz, registrada el 10 de diciembre pasado en la zona de Tapalpa y atribuida a miembros del CJNG.
Según los Guacamaya leaks, también su hermano Abraham es integrante de la cúpula de la organización criminal, cuyas disputas con otros cárteles mantienen una ola de violencia en Jalisco, Michoacán, Zacatecas, Colima, Aguascalientes y Guanajuato.
