Las autoridades chinas ampliaron la gigantesca cuarentena a 13 ciudades donde viven unos 41 millones de personas para contener la propagación del letal coronavirus que ya ha matado a 26 personas.
Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) evitó declarar emergencia mundial pese a que el virus se ha detectado en media docena de países, China amplió la cuarentena a una zona con casi tantos habitantes como Argentina.
Numerosas actividades con motivo del Año Nuevo chino han sido canceladas. A partir del sábado cerrarán al público atractivos como la Ciudad Prohibida de Pekín, el parque de atracciones de Disneyland en Shanghái y una sección de la Gran Muralla para prevenir la propagación del coronavirus.
Las similitudes de la nueva cepa con el Síndrome Respiratorio Severo Agudo (SRAS), que mató a más de 650 personas en China y Hong Kong entre 2002 y 2003, han causado la alarma entre autoridades y población.
La OMS dijo que China hace frente a una emergencia nacional, pero evitó hacer una declaración a nivel internacional que hubiera tenido mayor cooperación mundial pero que, al mismo tiempo, hubiera entrañado eventuales restricciones comerciales y de viajes.
La gente espera mientras el personal médico (espalda) usa ropa protectora para ayudar a detener la propagación. Foto AFP
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El brote surgió a finales de diciembre en Wuhan, una ciudad industrial de 11 millones de habitantes en el centro de China e importante nudo de comunicaciones, que se ha diseminado ya por varios países, incluido Estados Unidos.
La propagación del virus ha sorprendido al gigante asiático en medio de las festividades del Año Nuevo chino, una época en la que decenas de millones de ciudadanos regresan a sus lugares de origen para pasar las fiestas en familia y de multitud de celebraciones públicas.
Pacientes preocupados
Los hospitales visitados por periodistas de la AFP estaban llenos de pacientes preocupados que estaban siendo examinados por personal cubierto con trajes especiales, mascarillas y lentes protectores.En un centro habilitado para tomar la temperatura, el personal especializado controlaba si una mujer tenía fiebre. '¿Se ha registrado? Pues vaya a ver al doctor', dice el enfermero tras mirar el termómetro.
La mujer de 35 años, cuyo nombre es Li, tiene cara de miedo, un sentimiento que hoy comparten muchos ciudadanos. 'Tengo fiebre y tos, estoy preocupada de que me haya contagiado', dice.
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'Todavía no conozco los resultados'. El gobierno ha suspendido todos los viajes desde Wuhan y ha pedido a la población que permanezca en sus casas. Apenas había vuelos que llegaban a la ciudad, profundizando el aislamiento.
Además de Wuhan, otras 12 ciudades vecinas decretaron medidas para prevenir el contagio: suspendieron los transportes públicos y actividades de ocio y pidieron a los ciudadanos que no abandonen las ciudades.
En total, 41 millones de personas están en cuarentena. El patógeno, un nuevo coronavirus --conocido como (2019-nCoV)-- ha agotado la existencia de máscaras en Shanghái, Pekín y otras ciudades.
Tras la escasez de camas en los hospitales de Wuhan, la prensa estatal informó este viernes que las autoridades van a construir un hospital dedicado únicamente a los afectados por el virus que estará operativo en 10 días, para el 3 de febrero.
Docenas de excavadoras y camiones se afanaban este viernes para allanar el terreno donde será erigido el nuevo hospital, según imágenes de la televisión.
El gobierno anunció que los usuarios podrán recuperar el dinero gastado en billetes de tren, avión, buses, o ferries, y que fueron cancelados. El viernes, personal con trajes especiales tomaba la temperatura de los pasajeros a la entrada de las estaciones de metro de Pekín.
Cámaras térmicas escaneaban a los pasajeros que llegaban a la estación de tren Occidental de Pekín.
'Trabajar al unísono'
Las autoridades chinas dijeron que el número de afectados supera los 800 y de ellos 177 revisten gravedad. Asimismo había otros 1.072 casos sospechosos.Según las autoridades, un paciente con el coronavirus falleció en la provincia de Heilongjiang, en el noreste del país, la segunda muerte fuera de Wuhan.
La rápida respuesta de Pekín con el coronavirus contrasta con la que dio en el caso del SRAS, donde mantuvo la opacidad durante mucho tiempo y denegó inicialmente el acceso a los expertos de la OMS.
Gao Fu, responsable del Centro Chino para Control y Prevención de Enfermedades, pidió al pueblo chino que renuncie a las actividades masivas del Año Nuevo chino y permanezca en casa hasta nuevo aviso. 'Si trabajamos todos al unísono, podemos contener el virus en Wuhan y evitar que se exporten nuevos casos', dijo Gao a la televisión pública.