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Autoritarismo merma popularidad de Ortega

  • 15 diciembre 2009 /

La pérdida de más de 45 mil empleos por la recesión económica este año en Nicaragua, los problemas de gobernabilidad y el autoritarismo han socavado la popularidad del presidente Daniel Ortega.

La pérdida de más de 45 mil empleos por la recesión económica este año en Nicaragua, los problemas de gobernabilidad y el autoritarismo han socavado la popularidad del presidente Daniel Ortega en su tercer año de gobierno, indicaron ayer políticos y analistas.

“Lo que más resiente la gente es el desempleo porque obliga a los nicaragüenses a emigrar a otros países” y dejar a sus familias, afirmó el portavoz del opositor Partido Liberal Constitucionalista, PLC, derecha, Leonel Teller. Según la última encuesta, seis de cada diez nicaragüenses desaprueban la gestión de Ortega y lo acusan de “autoritarismo”, de promover la “desunión” y el “conflicto” a pesar de los esfuerzos del Gobierno por vender una imagen de “paz y reconciliación”.

“En estas condiciones económicas es difícil que Ortega pueda incrementar su popularidad”, admitió Roberto Courtney, de la organización Ética y Transparencia, para quien los problemas de gobernabilidad y el cierre de espacios a la oposición también han perjudicado la imagen del mandatario.

En picada

Los resultados de los sondeos muestran una fuerte caída de la popularidad de Ortega, que asumió el gobierno en 2007 con una aprobación de más del 60% de la población que esperaba que el Frente Sandinista, Fsln, izquierda, trajera prosperidad.

“Lenín decía que un Gobierno, para que sea estable, debe darles respuestas a los problemas de su pueblo”, afirmó Courtney, presidente del organismo de observación electoral Ética y Transparencia, EyT. Proyecciones oficiales indican, sin embargo, que este año la economía de Nicaragua sufrirá por primera vez una caída de 2%, tras más de una década de crecimiento continuo.

El retroceso es consecuencia de la crisis mundial y la decisión de la comunidad cooperante de congelar la ayuda al presupuesto tras las cuestionadas elecciones municipales de 2008, coinciden el Gobierno y los analistas.

Para el economista independiente Néstor Avendaño, la caída del 6.5% de las remesas que los inmigrantes envían a sus familiares en Nicaragua contribuyó a reducir el consumo interno, la recaudación tributaria y los planes de inversión pública del Gobierno que ayudan a generar empleo, en un país con cerca del 70% de la población en la pobreza.

Balance

Más de doce mil trabajadores públicos fueron despedidos por el Gobierno, según federaciones sindicales independientes. Entretanto, otros treinta mil obreros, en su mayoría mujeres, perdieron sus trabajos en las fábricas de las zonas francas por cierres de operaciones y la caída de la demanda internacional, informó el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra.

La crisis también sacó del mercado a 800 pequeñas empresas nicaragüenses que clausuraron este año sus puertas lanzando al paro a cinco mil trabajadores, precisó el Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, cuyas ventas se redujeron este año en cerca de 250 millones de dólares. Para el otrora compañero de lucha de Ortega, el ex comandante guerrillero Víctor Tirado, la ausencia de políticas gubernamentales serias para generar empleo ha agravado la crisis.

Los nicaragüenses que han conservado sus trabajos tienen que ingeniárselas para sobrevivir con salarios que oscilan entre setenta y 500 dólares mensuales, que en muchos casos no alcanzan para comprar la canasta básica de 53 productos, valorada en 400 dólares.

Unos cincuenta mil maestros de colegios públicos que ganan menos de 200 dólares al mes amenazaron el lunes con boicotear la apertura del año lectivo 2010 si el Gobierno no aumenta sus salarios.

Sondeos

El 32.1 por ciento considera que Ortega lleva al país por el rumbo correcto. Mientras que el 64.1 por ciento, es decir, más de seis de cada diez, asegura que Ortega le produce desesperanza. Entre los independientes ese sentimiento alcanza al 84.6 por ciento, mientras que entre los opositores abarca al 94.6, es decir, a más de nueve de cada diez entrevistados.

Al comparar las malas calificaciones obtenidas por Ortega al concluir su tercer año de mandato con las de su antecesor Enrique Bolaños, Ortega lo supera por un amplio margen. Bolaños concluyó su tercer año en el Gobierno con el 37 por ciento de desaprobación, mientras que Ortega alcanzó el 57 por ciento.

Con once puntos menos de los obtenidos por Ortega, el trabajo de la oposición también fue aplazado. El 46.6 por ciento de los consultados calificó el desempeño de la oposición como negativo. Sólo el 26.9 por ciento aprobó su desempeño.

El 33.8 por ciento de los encuestados ubicó a Eduardo Montealegre como líder de la oposición, mientras que 24.4 por ciento no reconoce a nadie en ese puesto y 22.4 por ciento se lo concedió al ex presidente Arnoldo Alemán.