Al iniciarse la sesión en el Senado en donde se debate la aprobación del juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, simpatizantes del gobierno protestaron brevemente contra el impeachment en varios puntos de Sao Paulo, bloqueando avenidas y levantando barricadas.
En Brasilia, en cambio, el día transcurría normalmente fuera de las paredes del Congreso. Un dispositivo especial de seguridad con 1.500 policías se desplegó en la explanada central donde se esperan manifestaciones a favor y en contra del impeachment.
El mercado reaccionaba con calma a este nuevo capítulo político. La bolsa de Sao Paulo subía 0,57% mientras que el real perdía 0,12% a media mañana del miércoles.
El martes el parquet paulista cerró en alza de casi 5%, esperanzado con un cambio de gobierno y la posibilidad de ajustes fiscales para reactivar la alicaída economía.