Colombia.
Una activista en derechos humanos y dirigente de izquierda fue asesinada a balazos en el noroeste de Colombia, donde se ha recrudecido la violencia contra estos líderes tras la firma de la paz con las disueltas Farc, informaron autoridades.
Ana María Cortés, de 46 años, “fue ultimada con arma de fuego” la noche del miércoles en el municipio de Cáceres, en Antioquia, según el coronel Carlos Cabrera, subcomandante de la policía de ese departamento.
La mujer coordinó en esa zona la campaña presidencial del izquierdista Gustavo Petro -derrotado en el balotaje del 17 de junio- , y antes había trabajado con el organismo municipal que vigila los derechos humanos. “Nuestros militantes en Cáceres, Antioquia, ya habían sido golpeados por la policía local, el comandante del puesto los había amenazado y exigido que se fueran del municipio”, denunció Petro en su cuenta de Twitter.
A raíz de ello, el coronel Cabrera anunció una investigación para determinar “si hay responsabilidad de policías” en este crimen. Cáceres y la también activista Margarita Estupiñán -asesinada el martes en la región de Tumaco- son las más recientes víctimas de una serie de ataques mortales contra activistas de derechos humanos en Colombia.
Situación grave
El presidente Juan Manuel Santos condenó ayer la reciente ola de asesinatos de líderes sociales y ordenó al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, ponerse al frente de la situación.
Sin embargo, Carlos Guevara, coordinador del programa Somos Defensores, subrayó la gravedad de la situación al afirmar: “No tenemos respuesta estatal, hay una situación de violencia masiva, no puedo decir que es generalizada, ni que es sistemática, porque no tenemos en este momento cómo evidenciarla pero sí es masiva”.
Una activista en derechos humanos y dirigente de izquierda fue asesinada a balazos en el noroeste de Colombia, donde se ha recrudecido la violencia contra estos líderes tras la firma de la paz con las disueltas Farc, informaron autoridades.
Ana María Cortés, de 46 años, “fue ultimada con arma de fuego” la noche del miércoles en el municipio de Cáceres, en Antioquia, según el coronel Carlos Cabrera, subcomandante de la policía de ese departamento.
La mujer coordinó en esa zona la campaña presidencial del izquierdista Gustavo Petro -derrotado en el balotaje del 17 de junio- , y antes había trabajado con el organismo municipal que vigila los derechos humanos. “Nuestros militantes en Cáceres, Antioquia, ya habían sido golpeados por la policía local, el comandante del puesto los había amenazado y exigido que se fueran del municipio”, denunció Petro en su cuenta de Twitter.
A raíz de ello, el coronel Cabrera anunció una investigación para determinar “si hay responsabilidad de policías” en este crimen. Cáceres y la también activista Margarita Estupiñán -asesinada el martes en la región de Tumaco- son las más recientes víctimas de una serie de ataques mortales contra activistas de derechos humanos en Colombia.
El presidente Juan Manuel Santos lamentó el asesinato.
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El presidente Juan Manuel Santos condenó ayer la reciente ola de asesinatos de líderes sociales y ordenó al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, ponerse al frente de la situación.
Sin embargo, Carlos Guevara, coordinador del programa Somos Defensores, subrayó la gravedad de la situación al afirmar: “No tenemos respuesta estatal, hay una situación de violencia masiva, no puedo decir que es generalizada, ni que es sistemática, porque no tenemos en este momento cómo evidenciarla pero sí es masiva”.