Nueva York, Estados Unidos
Estados Unidos conmemorará mañana el 16º aniversario de los atentados del 11 de septiembre, con una serie de actos solemnes en honor a las víctimas de los peores ataques terroristas en la historia de ese país y que cambiaron a EUA para siempre.
A las 08:46 locales (12:46 GMT), las campanas de las iglesias repicarán para recordar el momento exacto en que el vuelo 11 de American Airlines golpeó la Torre Norte en el World Trade Center de Nueva York, seguido minutos después por un segundo impacto en la Torre Sur.
Aquel fue el primer ataque extranjero en territorio continental estadounidense en casi dos siglos. Las consecuencias fueron devastadoras, más de 3,000 personas murieron y el atentado, reivindicado por la red terrorista Al Qaeda, motivó las invasiones de Afganistán (2001) e Irak (2003).
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personas laboraban en las Torres Gemelas de Nueva York. De ellas, fallecieron más de 2,000 y otros 10 mil resultaron heridos en el ataque. El resto logró evacuar
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Así inició la era del terror que más tarde se extendería a Europa, Asia y Oriente Medio.
No fueron pocos los que pensaron que con la muerte de Osama bin Laden, líder de Al Qaeda en mayo de 2011, terminaría la guerra contra el terrorismo. Sin embargo, Estados Unidos intensificó su lucha en Oriente Medio contra el terrorismo a un alto costo humano y financiero. Al menos 5,300 soldados estadounidenses han muerto en el campo de batalla y otros 50,000 han resultado heridos o mutilados, además de 1.6 billones de dólares gastados entre 2001 y 2016 en Irak y en Afganistán, según el Congreso.
Este lunes, los nombres de las víctimas se leerán en un acto en la Zona Cero de Nueva York, el lugar en el que ahora se alza la nueva One World Trade Center, un memorial que no permite a Estados Unidos olvidar.
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Además, nuevos grupos terroristas han surgido en el camino, entre estos, el Estado Islámico (Isis), más peligroso aún que su antecesor, Al Qaeda. El Isis ha logrado aterrorizar al mundo con ataques en las principales capitales de Europa, desde Barcelona hasta Berlín, pasando por Londres, París y Bruselas.
La brutalidad de esta red terrorista llevó al Gobierno del expresidente Barack Obama a declararles la guerra liderando una Coalición Internacional que ha llevado a cabo bombardeos selectivos contra las posiciones del Isis en Siria e Irak, mermando considerablemente las fuerzas de los yihadistas.
Tamara Cofman Wittes, directora de investigación de Brookings, para el Foro Económico Mundial, afirmó que 16 años después del 11-S “las guerras en Medio Oriente, las metástasis del Isis, la radicalización en línea y los atentados en Europa y Estados Unidos impiden enterrar el paradigma de la ‘guerra mundial contra el terrorismo’”. De hecho, la primera potencia mundial permanece comprometida militarmente, de manera limitada o dando apoyo logístico en múltiples teatros de operaciones: en Siria e Irak contra Isis, en Afganistán, Libia, Yemen, Somalia o Nigeria ante una infinidad de insurrecciones islamistas.
El magnate se ha rodeado de generales en su gabinete y les ha dado más libertad para tomar decisiones sobre la lucha contra el Isis en Irak.
1,360 víctimas fueron identificadas. El resto de desaparecidos se dieron por fallecidos ante la imposibilidad de recuperar los cuerpos debido a los escombros
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Amenaza latente
Estados Unidos ha reforzado su seguridad tras los atentados ocurridos durante los últimos meses en Europa. Washington teme que islamistas locales cometan atentados más rudimentarios, como ya ocurrió con el tiroteo en un bar gay en Florida, a manos de un estadounidense de origen afgano (49 muertos); o el de diciembre pasado en California, cometido por un americano de origen paquistaní y su esposa (14 muertos).
Según James Clapper, director de la inteligencia de EUA, Washington enfrenta en este momento el nivel de amenaza terrorista más alto desde el 11-S. Clapper afirma que el extremismo islámico cuenta con el mayor número de combatientes en toda la historia (más de 100,000) y tiene presencia en al menos 40 países del mundo.
El presidente estadounidense Donald Trump anunció hace unos días la nueva estrategia de Washington en Afganistán, con un nuevo enfoque que supone un cambio “dramático”, al enviar nuevas tropas al terreno pese a que su intención original era la ‘retirada’.
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El One World Trade Center que surgió de las cenizas
Un rascacielos de 542 metros de altura y con 104 plantas, ubicado donde antes se encontraban las extintas Torres Gemelas, es uno de los recordatorios de uno de los episodios más negros de la historia de Estados Unidos, pero a la vez representa un símbolo de esperanza.
Inaugurado en 2014, el nuevo edificio del World Trade Center representa para los neoyorquinos la reconstrucción total de la denominada zona cero, tras el derrumbe de las torres durante el ataque terrorista del 11 de septiembre.
“El One World Trade Center sirve como símbolo de la resistencia de toda la gente de Nueva York. Nos hace recordar que la fuerza y el valor siempre vencerán a la debilidad y la cobardía”, dijo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo tras inaugurarlo.
La altura del edificio no es casual: la torre y su aguja tienen exactamente 1,776 pies de altura (542 metros), en referencia al año de la declaración de independencia de EUA.
500,000 millones de dólares se estima que le costó a la red terrorista planificar y ejecutar ‘la operación aviones’ en los atentados terroristas del fatídico 11 de septiembre
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