El 13 de agosto del 2018 fue encontrado en los alrededores de un edificio en Madrid, España, el cuerpo desmembrado de la hondureña Heidy Paz Bulnes (25).
Fue en noviembre de ese mismo año que las autoridades españolas dieron con la identidad de la víctima y detuvieron como principal sospechoso del crimen a su novio César Román, quien resultó ser dueño de varios restaurantes y reconocido en el mundo gastronómico.
Él asegura que está viva.
Los principales medios de prueba de la policía en Madrid fueron las pruebas de ADN del torso encontrado, un cuchillo similar a los que usaba el detenido, un vehículo y el testimonio de un taxista que aseguró trasladarlo al lugar donde aparecieron los restos.
A seis meses de su detención, Román, mejor conocido como 'El Rey del Cachopo' emitió una carta escrita a mano para el diario El Mundo de España donde en general, asegura que es inocente y que está siendo víctima de 'orgía de desatinos' por parte de las autoridades.
El medio de comunicación asegura que la carta fue escrita por el detenido desde la cárcel de Soto del Real, donde ingresó de forma preventiva.
El título de la nota dice 'Seis meses detenido siendo inocente' y en la misma especifíca porqué, según él, cada medio de prueba que lo tiene como supuesto culpable, no tiene fundamento.
Foto tomada de redes sociales de la pareja antes de la tragedia.
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Sin embargo, la Policia Nacional de dicho país comparó ese ADN con el de la madre de la mujer y permitió acreditar que era el de la pareja del preso con un 99,5% de fiabilidad.
El Mundo afirma que, 'fuentes policiales explican que la raza caucásica puede incluir también a personas hondureñas como era Heidy Paz y que al cotejar su ADN con el de su madre quedó claro que correspondía a ella. También dicen que no eran partos naturales sino por cesárea'.
'Un cuchillo de 'grandes dimensiones' como arma homicida que en realidad es una pequeña puntilla de 8 centímetros de filo, sin huellas ni ADN. Una nave (automóvil) de la que se dijo que sólo yo tenía llaves, y aparecieron cinco personas con juegos (de llaves). Una nave de la que 30 minutos antes de llegar la Policía se vio salir a un hombre moreno vestido con ropa de trabajo de 170 centímetros de altura que no soy yo', busca refutar en la carta.
'Un taxista que confesó que 'eso no es lo que me dijo la policía'. O como guinda del esperpento, un sofá requisado que en un primer informe es rojo-granate, en el segundo amarillo y en el tercero naranja. Una orgía de desatinos, cuya única certeza es que soy inocente y no se está buscando al auténtico culpable de la horrorosa muerte de esa chica porque ya hay en Soto a quien echarle este muerto', sigue.
Román añade que en dicho crimen 'están implicados varios policías nacionales corruptos que participaban con Heidy en actividades delictivas y de narcotráfico'.
El detenido se quejó de la poca imparcialidad que recibe en su trato dentro del centro penitenciario en comparación a otros, en su mayoría políticos, que tienen acceso hasta conferencias de prensa. Pide que la Guardia Civil se haga cargo del caso.
Por su parte, los investigadores siguen considerando a Román como responsable del asesinato de Heidy.
Esta es la segunda carta que escribe el empresario. La primera fue de tres páginas aproximadamente y fue dirigida a la madre de la fallecida, asegurándole su inocencia y que los culpables eran otros.
Con información de: Diario El Mundo