El período de canícula no tendrá la duración pronosticada al inicio de la temporada de ausencia de lluvias y presentará un cambio en su ciclo.
El Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) había estimado que se prolongaría hasta el 15 de agosto; sin embargo, las condiciones propias de la canícula se extenderán un poco más.
Francisco Argeñal, meteorólogo y director de Cenaos, dijo que tenían la expectativa de que se podía terminar la canícula un poco temprano. "Sin embargo, hemos visto que está dándose dentro de los parámetros promedio, ya que esperamos que se suspenda a partir de la próxima semana”.
La canícula es el período más caluroso y seco del año, que en Centroamérica y Honduras suele darse entre julio y agosto. Se caracteriza por una disminución temporal de las lluvias en plena temporada lluviosa, lo que genera días de altas temperaturas, humedad baja y sensación térmica sofocante.
En meteorología se conoce también como el “veranillo de medio año”, y su duración varía según el comportamiento del clima: puede extenderse entre dos y cuatro semanas. Aunque es un fenómeno natural y cíclico, sus efectos son importantes porque impacta en la agricultura, el abastecimiento de agua y la salud de la población expuesta a temperaturas extremas.
Los pronósticos indican lluvias para lunes, martes y miércoles, con ausencia de precipitaciones jueves y viernes. Para el fin de semana del 23 y 24 de agosto se prevé el ingreso de ondas tropicales y la disminución de polvo del Sahara.
Mientras en Honduras concluye la canícula, la temporada de huracanes en el Atlántico comienza a intensificarse y el país se mantiene en la ruta natural de estos fenómenos.
El huracán Erin, que este fin de semana alcanzó la categoría 5 antes de debilitarse a categoría 3 con vientos de 205 km/h, continúa desplazándose hacia el oeste noroeste, arrojando intensas lluvias sobre Puerto Rico y las islas cercanas.
El Centro Nacional de Huracanes de EE UU advierte que podría fortalecerse nuevamente en las próximas 48 horas y mantenerse peligroso hasta mediados de semana.
Sus bandas externas provocan lluvias torrenciales, oleajes y riesgo de inundaciones repentinas en Puerto Rico, Turcas y Caicos y el sureste de Bahamas, con efectos que se extenderán hacia el Caribe, la costa este de EE. UU. y Canadá.
La tormenta tropical Erin surgió el lunes pasado y se convirtió en huracán el viernes tras la formación en el Atlántico de las tormentas Andrea, Barry, Chantal y Dexter.