Es urgente socializar los protocolos de bioseguridad de los mercados y puestos de venta de la calle en San Pedro Sula y la capital hondureña.
Los locatarios sampedranos aseguran que están listos para operar y saben que tienen que usar mascarilla, guantes, gel antibacterial y desinfectantes.
En Tegucigalpa, el Sinager estableció protocolos con los locatarios, pero no se han cumplido porque al igual que en otras ciudades se observan vendedores y compradores sin mascarilla.
Los mercados municipales en San Pedro Sula están cerrados respetando las determinaciones de Sinager. Algunas asociaciones de vendedores ambulantes explican que las pérdidas son enormes, por lo que dicen estar listos para reactivar las ventas.
Dicen que están listos para trabajar cumpliendo sus medidas de bioseguridad.
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El presidente de los locatarios del Mercado Guamilito, Carlos Flores, contó que están trabajando en su propio protocolo de bioseguridad para comenzar a trabajar de 10 en 10 hasta que lo pueden hacer todos. Además dejarán solo una entrada y salida; y el área de las flores será atendida a domicilio y entregas exprés.
Lesbia Villatoro, jefa de la Región de Salud, explicó que los mercados son lugares de alta densidad de población, en donde confluye gente de todas las ciudades y todos los días porque se abastecen y esto facilita la transmisión cruzada. “Sumado a lo anterior, está el hecho de que no se toman las medidas de distanciamiento social y que los mercados están ubicados en barrios populosos como Medina”, dijo Villatoro.
En Tegucigalpa
Los expertos dicen que las medidas deben respetarse porque si no se cumplen el riesgo de contagio es latente. El infectólogo Tito Alvarado es del criterio que la apertura de los mercados debió hacerse paulatinamente.“La idea era varios pequeños mercados en diferentes sitios, pequeños espacios estratégicos en donde la persona no se desplazara a grandes distancias y evitar las aglomeraciones, pero no se hizo y esto es un problema en este momento”. Alvarado asegura que la curva del contagio del virus va en alza en el Distrito Central.
“Hay pacientes que han andado en los mercados de la zona central, una ciudad que se tenía como en silencio en comparación a Cortés. Pero abrieron y lo que queda es hacer la supervisión rigurosa, que la Policía ayude y que todo mundo use mascarilla”, agregó.
Sinager estableció junto con la asociación de locatarios de los mercados capitalinos los protocolos de bioseguridad para cumplir con las normativas de distanciamiento de un metro entre clientes y vendedores, uso de mascarillas, gel, desinfección de productos y asegurar la circulación de un máximo de 50 personas. Para ello, la Policía Nacional, con el apoyo de la Policía Municipal, estableció retenes de seguridad para controlar que el ingreso fuera por un portón de entrada y otro de salida para vehículos y personas.
La supervisión es casi nula. Los mercados capitalinos siempre están abarrotados.
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“Los mercados no están a portones abiertos, están a portones cerrados y se atiende por orden de llegada y con medidas de bioseguridad, tal como lo exigió Sinager”, dijo Rafael Sánchez, de la asociación de vendedores del Zonal Belén.
Donadín Fuentes, gerente de orden público de la alcaldía, dice que han aparecido una cantidad de vendedores ambulantes en carro y carretas que generan aglomeración alrededor de los mercados.