San Pedro Sula, Honduras.
A diario surgen peticiones de traslado por parte de alumnos, principalmente en los centros educativos de los sectores vulnerables de la Capital Industrial, debido a la violencia.
Esta situación que preocupa a las autoridades de Educación fue dada a conocer en un conversatorio del desplazamiento interno en Honduras esta semana en la ciudad.
Óscar Paz, director municipal de Educación de San Pedro Sula, indicó que el desplazamiento provocado por la violencia ha afectado bastante al sector educativo al causar que muchos abandonen sus estudios. Los traslados de jóvenes son solicitados a diario en las zonas conflictivas por problemas con pandillas o bandas del crimen organizado.
En promedio, unos 10 jóvenes de cada centro en el municipio solicitan traslado. En San Pedro Sula hay 300 centros educativos entre privados y públicos, eso significa que al año unos 3,000 estudiantes son afectados con este mal social, explicó Paz.
La mayoría pide traslado de un centro a otro sector, sin embargo, en ese proceso un considerable número no regresan a estudiar u optan por emigrar a Estados Unidos, según las estadísticas de las autoridades de Educación.
“Estas cifras son diferenciadas, pues en algunas zonas la población es estática, pero en los barrios peligrosos es donde se dan estos movimientos.
Peligrosos
La Rivera Hernández, Chamelecón y el sector sureste son los más afectados. Muchos de los que emigran son deportados y hay que reintegrarlos. Esto perjudica al sistema, ya que pierden de dos a tres meses de clases”, agregó.En San Pedro Sula hay 75 mil alumnos en el sector oficial.
José Zambrano, representante de organizaciones de sociedad civil en la comisión interinstitucional por desplazamiento forzado por la violencia en el país, manifestó que hay que crear programas para evitar esto. Unas 174,000 personas en 20 municipios del país han tenido que migrar internamente por problemas de violencia en sus comunidades, conforme al último estudio de esta organización.
A diario surgen peticiones de traslado por parte de alumnos, principalmente en los centros educativos de los sectores vulnerables de la Capital Industrial, debido a la violencia.
Esta situación que preocupa a las autoridades de Educación fue dada a conocer en un conversatorio del desplazamiento interno en Honduras esta semana en la ciudad.
Óscar Paz, director municipal de Educación de San Pedro Sula, indicó que el desplazamiento provocado por la violencia ha afectado bastante al sector educativo al causar que muchos abandonen sus estudios. Los traslados de jóvenes son solicitados a diario en las zonas conflictivas por problemas con pandillas o bandas del crimen organizado.
En promedio, unos 10 jóvenes de cada centro en el municipio solicitan traslado. En San Pedro Sula hay 300 centros educativos entre privados y públicos, eso significa que al año unos 3,000 estudiantes son afectados con este mal social, explicó Paz.
La mayoría pide traslado de un centro a otro sector, sin embargo, en ese proceso un considerable número no regresan a estudiar u optan por emigrar a Estados Unidos, según las estadísticas de las autoridades de Educación.
“Estas cifras son diferenciadas, pues en algunas zonas la población es estática, pero en los barrios peligrosos es donde se dan estos movimientos.
Peligrosos
La Rivera Hernández, Chamelecón y el sector sureste son los más afectados. Muchos de los que emigran son deportados y hay que reintegrarlos. Esto perjudica al sistema, ya que pierden de dos a tres meses de clases”, agregó.En San Pedro Sula hay 75 mil alumnos en el sector oficial.
José Zambrano, representante de organizaciones de sociedad civil en la comisión interinstitucional por desplazamiento forzado por la violencia en el país, manifestó que hay que crear programas para evitar esto. Unas 174,000 personas en 20 municipios del país han tenido que migrar internamente por problemas de violencia en sus comunidades, conforme al último estudio de esta organización.
