El Progreso, Honduras.
Los rayos de sol se ocultan tras densas nubes en una mañana lluviosa en la Perla del Ulúa. Dos operadores y un supervisor del Centro de Emergencia Municipal (CEM) de El Progreso se disponen a comenzar su turno de seis horas en lo que parece ser un día tranquilo.
No transcurren muchos minutos para escuchar el timbre del teléfono. “Buenos días, Centro de Emergencia Municipal, ¿en qué puedo ayudarle?”, refiere rápidamente uno de los empleados al contestar el teléfono. “Necesitamos ayuda por favor, un taxi y un bus chocaron frente a la colonia Bendeck”, reporta una voz masculina de forma perturbada tras el auricular.
“No se preocupe, ahorita hacemos llegar asistencia”, contesta, mientras su compañero ya está conectado con los bomberos en la otra línea. Las cifras comprueban que cada vez más progreseños llaman al CEM, pues al cierre de 2015 este ente de prevención y seguridad recibió 113,823 llamadas, cifra que representa un 175% de aumento en relación a los 64,863 enlaces telefónicos que se hicieron en esta unidad en 2014.
La mañana transcurre y el teléfono no para de sonar. Algunos ciudadanos curiosos deciden tomar el teléfono solamente para probar la funcionalidad del servicio, otros simplemente para solicitar la ubicación de una clínica o comercio. Las líneas se descongestionan por un momento y uno de los operadores sonríe al contar que le ha tocado atender casos peculiares.
“¡Auxilio, auxilio! A mi amigo lo está golpeando su mujer en la Bendeck, manden a la policía que no solo las mujeres padecen violencia”, le denunció un hombre sobresaltado mientras la patrulla de la Policía Nacional iba en camino a la dirección brindada.
Fabián Zaldívar, director del Observatorio Municipal de la Violencia, contó que por medio del centro creado en 2014 se han evitado robos de vehículos y se han capturado malhechores en medio de asaltos.
El CEM trabaja con un dispositivo GPS y visualiza a través de unas pantallas la localización de los vehículos de la Policía Municipal, bomberos y la Policía Nacional asignada a ese municipio para que así, a través de frecuencia, se llame a la más cercana al suceso.
El centro tiene un equipo valorado en 12 millones de lempiras y se prevé mejorar con un espejo digital que proyectará las imágenes de las cámaras que el Estado está instalando en El Progreso y en todo el Valle de Sula.
La mayoría de llamadas son por escándalo público, accidentes y casos de asaltos e individuos sospechosos. Los bomberos son los que más rápido llegan al lugar.
Los rayos de sol se ocultan tras densas nubes en una mañana lluviosa en la Perla del Ulúa. Dos operadores y un supervisor del Centro de Emergencia Municipal (CEM) de El Progreso se disponen a comenzar su turno de seis horas en lo que parece ser un día tranquilo.
No transcurren muchos minutos para escuchar el timbre del teléfono. “Buenos días, Centro de Emergencia Municipal, ¿en qué puedo ayudarle?”, refiere rápidamente uno de los empleados al contestar el teléfono. “Necesitamos ayuda por favor, un taxi y un bus chocaron frente a la colonia Bendeck”, reporta una voz masculina de forma perturbada tras el auricular.
“No se preocupe, ahorita hacemos llegar asistencia”, contesta, mientras su compañero ya está conectado con los bomberos en la otra línea. Las cifras comprueban que cada vez más progreseños llaman al CEM, pues al cierre de 2015 este ente de prevención y seguridad recibió 113,823 llamadas, cifra que representa un 175% de aumento en relación a los 64,863 enlaces telefónicos que se hicieron en esta unidad en 2014.
La mañana transcurre y el teléfono no para de sonar. Algunos ciudadanos curiosos deciden tomar el teléfono solamente para probar la funcionalidad del servicio, otros simplemente para solicitar la ubicación de una clínica o comercio. Las líneas se descongestionan por un momento y uno de los operadores sonríe al contar que le ha tocado atender casos peculiares.
“¡Auxilio, auxilio! A mi amigo lo está golpeando su mujer en la Bendeck, manden a la policía que no solo las mujeres padecen violencia”, le denunció un hombre sobresaltado mientras la patrulla de la Policía Nacional iba en camino a la dirección brindada.
Fabián Zaldívar, director del Observatorio Municipal de la Violencia, contó que por medio del centro creado en 2014 se han evitado robos de vehículos y se han capturado malhechores en medio de asaltos.
El CEM trabaja con un dispositivo GPS y visualiza a través de unas pantallas la localización de los vehículos de la Policía Municipal, bomberos y la Policía Nacional asignada a ese municipio para que así, a través de frecuencia, se llame a la más cercana al suceso.
El centro tiene un equipo valorado en 12 millones de lempiras y se prevé mejorar con un espejo digital que proyectará las imágenes de las cámaras que el Estado está instalando en El Progreso y en todo el Valle de Sula.
La mayoría de llamadas son por escándalo público, accidentes y casos de asaltos e individuos sospechosos. Los bomberos son los que más rápido llegan al lugar.
