El haber caído en las garras de unas mujeres y luego mentir les costó la vida a los dos menores hondureños, integrantes de la caravana migrante, asesinados en la ciudad de Tijuana, estado de Baja California, México.
De acuerdo a información brindada por la Subprocuraduría de Justicia del estado, tres jóvenes se estaban quedando en el albergue YMCA, mismo en el que está estacionada la caravana desde hace varios días.
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Los hechos se remontan al sábado 15 de diciembre. Jorge Álvarez, subprocurador de Baja California, explicó que los menores hondureños salieron del albergue hacia la zona centro de la ciudad, cuando comenzaron a platicar con unas chicas.
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'Uno de ellos (los migrantes), indicó que iban a cambiar un cheque, lo cual no era cierto. Creemos que como las chicas con las que hablaron piensan que traen dinero, los invitan a tener relaciones sexuales, los jóvenes aceptan e ingresan a una cuartería, donde se tiene conocimiento que hay un picadero (lugar donde hay venta y consumo de drogas)', indicó el subprocurador.

Diversos medios que recogen la noticia en México, indican que una vez los migrantes hondureños entraron al cuarto, una de las mujeres hizo una llamada y rápidamente llegó un grupo de hombres, quienes le exigieron a los jóvenes el dinero. Cuando notaron que los muchachos mintieron y vieron que no tenían efectivo, los torturaron y luego los ahorcaron. Sin embargo, uno de ellos fue dejado con vida, lo que sirvió para denunciar el hecho.
Los cuerpos de los migrantes de 16 y 17 años fueron hallados con huellas de estrangulamiento tirados sobre la vía pública en la zona centro de la ciudad.
Autoridades presumen que los homicidas se encontraban bajo el efecto de las drogas al momento de cometer el crimen.
Los hondureños asesinados pudieron ser identificados con la ayuda del sobreviviente y con los nombres que dieron al ingresar al albergue YMCA de Tijuana, por lo que las autoridades consulares de Honduras en México se contactaron los familiares de las víctimas, quienes son originarias de San Pedro Sula.