San Pedro Sula, Honduras.
Cada año hay más oportunidades para recibir clases de baile debido a que la creciente demanda ha obligado a la apertura de más centros.
Uno de los centros emblemáticos es Sectur, que en 2015 registró más de 1,200 alumnos matriculados.
“Las personas vienen porque quieren aprender a bailar, buscan socializar con otras personas y además es una de las mejores formas de acabar con el estrés. Las personas que bailan tienen una mejor calidad de vida porque son más felices y se mantienen saludables”, dijo Osman Coto, gerente general de Sectur.
La necesidad de esparcimiento sano es tan grande que en los barrios y colonias se han creado grupos de baile. “Vengo tres veces a la semana a dar clases aquí a Los Andes. El baile dura una hora y cuesta 20 lempiras. Al día tengo entre 30 y 50 personas”, indicó Adolfo Cárcamo, instructor de baile.
Cada año hay más oportunidades para recibir clases de baile debido a que la creciente demanda ha obligado a la apertura de más centros.
Uno de los centros emblemáticos es Sectur, que en 2015 registró más de 1,200 alumnos matriculados.
“Las personas vienen porque quieren aprender a bailar, buscan socializar con otras personas y además es una de las mejores formas de acabar con el estrés. Las personas que bailan tienen una mejor calidad de vida porque son más felices y se mantienen saludables”, dijo Osman Coto, gerente general de Sectur.
La necesidad de esparcimiento sano es tan grande que en los barrios y colonias se han creado grupos de baile. “Vengo tres veces a la semana a dar clases aquí a Los Andes. El baile dura una hora y cuesta 20 lempiras. Al día tengo entre 30 y 50 personas”, indicó Adolfo Cárcamo, instructor de baile.
